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6.06.2012

Transiciones ambientales y participación. Ensayos de Sociología Ambiental (2012)






El libro recoge, entre otros materiales, los producidos en el II Encuentro de la Red SOCMAYS (Comité 21 de Sociología y Medio Ambiente de le Federación Española de Sociología), celebrado en 2009 en la Universidad de Extremadura
Los capítulos propios que se pueden encontrar en el libro, además de la Introducción, son:

  • CAMBIO GLOBAL, VULNERABILIDAD Y RESILIENCIA: EL PAPEL DE LAS CIENCIAS SOCIALES pp 55-66 (Artemio Baigorri)
  • NI EN MI CASA, NI EN LA TUYA: ALTRUISMO AMBIENTAL Y CONFLICTOS (Artemio Baigorri, Mar Chaves) pp 128-142
  • EL DEBATE NUCLEAR: EL PERSISTENTE RECHAZO DE LA OPINIÓN PÚBLICA ESPAÑOLA (Artemio Baigorri, Mar Chaves y Manuela Caballero), pp 175-189
  • ¿HACIA EL NUCLEARISMO POSTKYOTO? MODELOS NUCLEARES DESDE UNA PERSPECTIVA INTERNACIONAL (Artemio Baigorri, Manuela Caballero y Mar Chaves) pp 247-266

Referencia:
Baigorri, A., ed. (2012), Transiciones ambientales, Amarú, Salamanca


Enlace al libro

4.17.1990

Espacios naturales y ordenación del territorio (1990)

Es una conferencia conferencia pronunciada en la Universidad de Zaragoza en abril de 1990, en el marco de unas Jornadas de Divulgación Ecológica. Una de mis tres únicas intervenciones en Aragón desde que emigré. En ella resumí todo lo que hasta ese momento había reflexionado en torno a la Ordenación del Territorio y la Urbanística.

"La primera parte plantea una introducción a las Ciencias del Territorio, bajo el paradigma de la Síntesis Ecológica. La finalidad principal de este tipo de conocimiento de la realidad física consiste en la ordenación equilibrada del medio físico en
que se desenvuelve la vida del Hombre, en función de las necesidades a corto, medio y
largo plazo de éste como especie histórica. La segunda parte pretende un acercamiento,
desde esta perspectiva, al caso de la comarca natural del Moncayo.
Como las 'Jornadas de divulgación ecológica' van dirigidas a un público compuesto
básicamente de estudiantes universitarios, he incluído mediante notas a pie de página
algunas referencias bibliográficas que les permitan ampliar sus lecturas sobre el tema.
(...)
El Ecologismo, como la Reforma en los siglos XVI y XVII, la Ilustración en el siglo
XVIII, o el Socialismo en los siglos XIX y XX, va a ser el paradigma no ya de este último cuarto de siglo que estamos viviendo, sino sobre todo del siglo XXI. A su vez,
como ha ocurrido con esos otros modelos civilizatorios, el Ecologismo sólo será paradigma de nuevas formas de civilización si, como aquéllos otros, consigue ofrecer una nueva síntesis que contenga, junto a las nuevas perspectivas que ofrece, todo lo que de progreso contienen los paradigmas precedentes. Unicamente en este sentido puede
hablarse de Síntesis Ecológica, y sólo por esta vía pueden superarse las aparentes contradicciones entre Progreso y Medio Ambiente, entre crecimiento económico y Calidad de Vida. No es extraño así que los sociólogos integradores descubran, al analizar las características del nuevo paradigma, "un cierto paralelo con ideas e ideologías políticas del pasado" (1) Por supuesto, estos planteamientos parten de una concepción positiva y dialéctica del progreso humano.
(...)
En realidad, la cita de Reclús que acabamos de leer es la mejor síntesis que nunca haya
leído del objeto de lo que hoy conocemos como Ordenación de Territorio, que en realidad no es mucho. Hablar de O.T. es hablar de conceptos muy diversos, y a veces incluso divergentes, según la perspectiva que tomemos. "Ocurre con ellas, como con otras cuestiones, que su conocimiento es más intuitivo que discursivo, pues se adaptan más a una noción que a una definición" (6). Desgraciadamente está por desarrollar una Ciencia del Territorio, autónoma en su metodología y conceptos, y hasta que tal ciencia haya adquirido carta de naturaleza seguiremos navegando en disquisiciones más o menos interdisciplinarias, o más exactamente en peleas entre disciplinas que se acercan al territorio, a menudo, desde presupuestos y con objetivos diametralmente opuestos. Algún día saldrán de esta misma Universidad los diplomados en Ciencias del Territorio, sea por la rama de Urbanismo, sea por la de Ruralismo (7), o sea por la de Ambientalismo y Paisaje; esperemos que no los llamen 'ingenieros urbanistas', 'ingenieros territoriales', 'ingenieros en sistemas ambientales' o algún otro pretencioso término tecnocrático.
Por ahora, y en tanto construímos esa nueva ciencia, conformémonos en definir de qué
modo se acercan a eso tan vago de la Ordenación Territorial los diversos agentes que de
una u otra forma intervienen en su gestión.
(...)
Vamos a centrarnos en un aspecto de la Ordenación Territorial que nos permita hilvanar, al ir bajando de lo general a lo particular, con la última parte de esta sesión, que
dedicaremos al Moncayo. Hacia 1977 iniciamos una rudimentaria reflexión sobre la
competencia por el uso del suelo, con un análisis sobre el espacio agrario en el Alfoz de
Burgos dentro de los trabajos previos a su Plan Director Territorial; luego he podido
repetir el análisis más a fondo en áreas muy diversas como las ciudades de Alicante,
Puerto de Santa María o Badajoz, la región de La Rioja o el Area Metropolitana de Madrid. Lo que en un principio entendíamos básicamente como un aspecto más de la tradicional oposición campo-ciudad, he venido intuyendo después que se trata de algo más, de una competencia en realidad multifactorial; a medida que he percibido cómo desaparecía la oposición campo-ciudad, al estructurarse el territorio de los países desarrollados en un contínuum crecientemente isomórfo (por encima de las diferencias paisajísticas derivadas de la diversidad bioclimática y geológica) directamente al servicio de la red de ciudades, he venido llegando a la conclusión de que ahora mismo los protagonistas de la competencia no son los campesinos frente a los urbanitas, sino una especie de todos contra todos. Y no hace falta acudir al básico ejemplo de los ecologistas urbanos que compiten, pretendiendo un uso biológico-estético de ciertos suelos caracterizados como 'espacios naturales', con los domingueros (que los desean para un uso recreativoresidencial), las grandes corporaciones industriales (que los precisan para instalar sus plantas de producción) o el Estado (que en ocasiones los precisa para situar sobre ellos grandes infraestructuras). Hay otras muchas competencias, que se dan dentro incluso de lo que podríamos llamar el bloque histórico productivista: los promotores inmobiliarios y turísticos compiten por ejemplo con las grandes factorías potencialmente contaminantes; unos y otros con las explotaciones mineras; los propios usos infraestructurales, dirigidos funcionalmente en beneficio de la maquinaria productiva, pueden hallarse en competencia con otros usos productivos agrarios, industriales o inmobiliarios. En cualquier caso, estas competencias no debemos olvidar que se dan en el marco de un sistema económico determinado, el capitalismo.
(...)
La primera consideración que hay que hacer cuando nos acercamos al Moncayo desde
las Ciencias del Territorio, la Ordenación Territorial o como lo queramos llamar, es que
constituye la mayor altura y la mayor masa frondosa que en un radio de 100 kms pueden encontrar al menos un millón de habitantes del área metropolitana del Ebro, entre
Zaragoza y Alfaro. De éstos, al menos 500.000 tienen una necesidad real de disponer de
un espacio como este para relajarse del estréss urbano. En este sentido, el Moncayo debe ser considerado como un parque metropolitano. Lógicamente aquí tenemos un primer punto de competencia por el uso del suelo: las grandes ciudades del valle lo necesitan para el ocio, mientras que los pequeños pueblos de la zona lo necesitan para seguir desarrollando su agricultura, su ganadería, su caza, su explotación forestal, como siempre lo han venido haciendo. Y, por esas contradicciones de las sociedades modernas, nos encontramos con que en términos democráticos no pueden prevalecer, sin más, los intereses de 1.200 almas que debe haber en la comarca, sobre el millón del área metropolitana"


Ref.
Baigorri, A. (1990), 'Espacios naturales y ordenación del territorio', Conferencia en la Universidad de Zaragoza
Acceso al texto completo

11.10.1983

Un pantano que Franco no inaugurará (1983)

"La historia del proyecto del embalse de Jánovas  tiene mucho que ver con con dos herencias dejadas a este país por los demonios de la Historia: el franquismo y la crisis energética..."

El artículo está recogido del boletín de la Asamblea Ecologista de Zaragoza, pero originariamente se publicó en el diario El Día de Aragón. De hecho, en la última página del pdf compartido se incluye una carta al director enviada por un lector del diario, en la que tachaba mi artículo de ingenuo y pronosticaba que en contra de mis esperanzas, el embalse se haría. Pues no, no se ha hecho. Hace poco lo festejaban




Referencia:
Baigorri, A. (1983), "Un pantano que Franco no inaugurará", Adobe, Num. 3, pag. 12
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7.08.1980

Las razones del agua (1980)





Entre 1978 y 1981 la actividad en torno al agua fue intensísima. Nos inventábamos comités, entes, frentes, cosas, como quien carga paja.... Más o menos como hacen ahora. A través de la batalla contra el trasvase conseguimos "recuperar" a algunos marxistas leninistas (o eso decían), perspectiva Mao (o eso decían) que años atrás nos llamaban pequeño burgueses (ellos, ja, casi siempre hijos de la burguesía, a nosotros) por ocuparnos de eso de la Ecología. 

Entre los documentos que generamos, uno de los más bonitos fue este pequeño folleto. La idea y los textos son míos, las citas poéticas de sus autores, y los exquisitos dibujos que me siguen encantando de José Luis Cano.  

Luego vino lo de la Nueva Cultura, y alguno con estas cosicas hasta se hizo diputado. Y es que el agua da mucho de sí, si la sabes administrar. Pero yo he sido siempre de regar a manta, de la vieja y mala cultura.




INDICE
ELLOS (2)
QUIEREN ARREBATARNOS EL AGUA (3)
ENFRENTANDO A PUEBLOS (4)
QUE VIVEN DESDE HACE MILENIOS (5)
DEL AGUA DEL MISMO RIO (6)
QUIEREN LLEVARLA A LAS FABRICAS (7)
DE LAS EMPRESAS MULTINACIONALES (8)
A COSTA DEL PRESENTE Y DEL FUTURO (9)
DE LOS PUEBLOS HERMANOS DE EUSKADI, RIOJA, CATALUNYA... (10)
... y ARAGON (11)
LOS PUEBLOS UNIDOS DEFENDEREMOS EL AGUA (12)



Referencia:

Baigorri, A., Cano, J.L. (1980), Las razones del agua, Comité Aragonés de Defensa del Ebro, Zaragoza

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8.30.1979

Extremadura Humillada Num 3 (1979)


Fue mi única experiencia como "director" de un "diario", que se publicó durante la semana del encierro de alcaldes extremeños en el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena, en agosto de 1979, en protesta contra la aprobación de la central nuclear de Valdecaballeros. 

El nombre lo decidimos entre Gaviria, Serna y yo, y le hice una improvasada mancheta con sol antinuclear, dehesa y pajaritos. Yo mismo dibujaba las ilustraciones en el "calco" del ciclostil, a falta de poder incluir fotografías. 

Los textos eran míos, de Mario Gaviria, Juan Serna, José Mari Lagunas, Mila Rodriguez, Georgina Cortés y otros miembros del equipo de trabajo del informe que se publicaría con el título de "El modelo extremeño" (1980)

Impresa con una ciclostil que trajo el alcalde de un Ayuntamiento de la Siberia (que luego sería concejal en el de Badajoz) tirábamos unos centenares de ejemplares, aunque de un par de números hubo que hacer una segunda edición. 

El tercer número recogía la llegada de "los grises". Los grupos antidisturbios de la Policía hacían acto de presencia en la ciudad. Curiosamente, aún no habían llegado las cámaras de Televisión Española, aunque sí las de una cadena alemana. 


1.21.1976

(con M. Gaviria) La Ribera contra la autopista (1976)




Mi primer artículo "serio", cuando apenas andaba en 2º de Periodismo, en una revista considerada entonces muy sesuda, ANDALÁN. Andaba atacando las dinámicas derivadas de la construcción de la Autopista del Ebro en mis crónicas locales en el diario EL NOTICIERO, y ayudando a mi padre (o más bien metiéndole en el lío), Presidente de la Hermandad de Labradores de Mallén, a organizar la oposición, con la asesoría legal del que luego sería alcalde de Zaragoza por el PSOE, Sainz de Varanda, y la asesoría en agit-prop de Manuel Porquet Manzano, un antiguo exiliado republicano, por entonces agricultor de Huesca dedicado al agit-prop en cuantos frentes podía. Y a los de ANDALÁN (o a Luis Granell, más bien) les gustaron mis crónicas y me pidieron un artículo. Pero como uno del consejo de la revista, Mario Gaviria, que acababa de escribir un libro negro contra el proyecto de autopista del Mediterráneo, andaba esos días por su casa en Cortes de Navarra, al lado de mi pueblo, al poco me llamaron para que lo hiciese con él. Después de charlar un rato, Gaviria me dijo que lo escribiese yo y que lo firmaba conmigo a ciegas, como así fue. Bueno, debía tener motivos para fiarse pues trabajamos juntos a partir de ahí durante diez años. Aunque como las cosas son como son, y muy libertarios de prédica pero clasistas de arriba a abajo, en la revista rompieron incluso el orden alfabético en la autoría.

Firmaba "Artemio J. Baigorri" porque en mis primeras crónicas de corresponsal unos años antes (todavía con Franco vivo) en El Noticiero, firmaba solo Artemio, pero algunas crónicas (que se salían del tiesto, y aun así me las publicaban) inquietaron a algún jerifalte de la capital, que creyó que las escribía mi padre, y hombre, siendo el Presidente de la Hermandad, no es de recibo, mire usted... Mi padre dijo que me pediría poner la J. de José (mi segundo nombre), para evitar confusiones, pero que de lo que yo escribía, si el periódico lo publicaba, él no tenía nada que decirme. Y ahí se quedó la J., mientras ejercí de periodista.  

"UNA AGRESION AL ESPACIO AGRICOLAEsta autopista, como todas las demás del país no son sino una expresión más de la supeditación del interés agrícola a los intereses de la gran burguesía industrial - urbana. Los grandes capitales catalanes y vascos necesitan una comunicación cómoda y se la montan, sin más. No les importa tener que destruir cientos de hectáreas del mejor regadío. Sus intereses están por encima de todo. Las autoridades no satisfacen de forma real ninguna de las necesidades del país a largo plazo. AI poco de comenzar su explotación se convierten en deficitarias y en ese momento las concesionarias se las traspasan al Estado, para que sea el país (nosotros, ¿saben?), quien enjuague las pérdidas.Parece, por otra parte, que los ingenieros, después de sus años de carrera, no han aprendido a diseñar autopistas. No saben todavía que una hectárea de huerta por la que cruza una autopista es un trozode vida muerto, una cantidad de alimentos menos, una cantidad menor de riqueza para el país. No han aprendido todavía que las autopistas si fueran necesarias, cosa discutible, deben pasar, al precio que sea, por el secano. (...) Nos encontramos con que por la zona de regadío del valle del Ebro, entre Tudela y Zaragoza (una banda de tan sólo 11 kilómetros de anchura), discurran tres canales, una línea de ferrocarril, varias tendidos de líneas eléctricas, de teléfonos, de telégrafos, dos carreteras, ahora la autopista y pronto un gaseodicto. Dentro de poco, los agricultores tendrán que cultivar el panizo en macetas, y los oficinistas de las ciudades comerán tornillos y neumáticos."


REFERENCIA Y ACCESO
Gaviria, M., Baigorri, A. (1976), "La Ribera contra la autopista", ANDALÁN, Num. 81, Enero, pag. 4
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