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10.07.2019

Investigación y docencia de género: viejos y nuevos temas (2019)

En 2019 la Oficina de Igualdad de mi universidad convocó la celebración de un I Encuentro sobre Investigación en Género, presentado como que no había habido hasta entonces investigación de género, y había que animarla un poco. En mi grupo de investigación nos sorprendió positivamente, aunque casi sorprendió más el adanismo (evismo, habría que decir en este caso) del planteamiento, porque la perspectiva de género siempre ha estado en nuestra investigación, y ha sido además una de nuestras líneas, en mi caso desde bastantes años antes incluso de entrar en la Universidad. ¿Cómo que no se hacía?


Así que llevamos nuestras comunicaciones, para contar lo que veníamos haciendo, y nos inscribimos en el correspondiente fichero de investigadores e investigadoras en Género. Y ya me olvidé del tema. Hasta que haciendo una búsqueda por otra razón, me encuentro con que, cuatro años más tarde, no aparezco en el "Directorio PDI de Personal que investiga con Perspectiva de Género" (hay que reconocer que el resto de compañeros y compañeras de mi grupo de investigación que participaron, sí aparecen). Algún olvido propio o ajeno. 

Addenda: Lo gracioso es que ante el "olvido", volví a rellenar el correspondiente formulario, e incluso le escribí a la responsable de la Oficina de Igualdad (de las que, por lo que sea, nunca hay de responsable un hombre, al menos del mainstream masculino) pero dos años después me vuelvo a encontrar que la cosa sigue igual. O peor, según se mire.

Addenda : Y cinco años después así sigue la cosa, después de volver a comunicarlo. Ya paso,  que tampoco necesito figurar en ningún directorio, ahí están mis  trabajos. Anda y que les den,  como  a los hombres que hacían lo mismo. Lo gracioso es observar que empiezan a configurarse tics culturales femeninos que guardan cierta  simetría con los tics "patriarcales" (falsario término), mediante los cuales se justifican acciones de mujeres orientadas a excluir a hombres. Habrá que  empezar a investigar seriamente sobre redes femeninas (y aquí dudo ya si decirlo en términos de sexo biológico,  de sexo autoasignado o de neogénero)     


Por cierto, que el hecho de ser mujer no lleva implícita la perspectiva de género en tus trabajos, ni mucho menos. Aunque desde hace muchos años así haya quedado casi instituido, bajo el control de "colegios" nada "ocultos". 

De hecho yo prácticamente abandoné un tiempo las investigaciones en temas de género (aunque lo seguí aplicando en la docencia) tras percibir esa situación emergente. Ocurrió en el Congreso nacional de Sociología de 1995, en Granada. Llevábamos una comunicación, conmigo como autor principal, sobre género y poder en la universidad ("Saber no es poder"), que era una actualización de los datos de lo que ya habíamos avanzado en "Mujeres en Extremadura" (1993), un análisis de la estructura de poder en la Universidad de Extremadura. 

Sólo era una de las 13 comunicaciones que llevé. De aquel congreso salió mi nombramiento como vocal en representación de los socios individuales (ningún mérito, se encargó de aclararme el jefe de la cosa Francisco Llera, porque no se presentó nadie más, como si tuviese más mérito salir de presidente de la FES fruto de los pactos entre grupitos de poder). Y también salió la nueva normativa (casi ad hominem) que prohibía aparecer en más de tres comunicaciones por congreso (¿sigue vigente?), efecto de mi hiperactividad (qué le iba a hacer si era la primera vez que iba y tenía tanto por aportar). 

El caso es una de ellas era la citada comunicación, y lógicamente la llevamos al grupo de género (¿ya se llamaba Género? puede que todavía fuese algo de mujer), en el que había ya bastantes comunicaciones. Y en la sesión que nos tocó había bastante gente, aunque todo mujeres salvo nosotros y un chico cuya orientación ignoro pero cuya expresividad no era precisamente heteronormativa. 

Y bueno, como ocurre en todas las sesiones de los comités, mientras se van exponiendo las comunicaciones la gente está más o menos atenta, puede oirse algún comentario, pero la gente escuchando. Y así subieron cinco o seis, con temas diversos de género, hasta que nos tocó a nosotros. Y, tal como lo escribo: fue empezar a exponer, y empezar a hablar casi todas las asistentes, todas hablando con todas sin prestar ninguna atención, ni mirar siquiera. Puede que no lo fuese, pero parecía algo planificado.

Terminamos la exposición, por supuesto ni un comentario, ni una pregunta, y a continuación venía otra comunicación... casualmente sobre el mismo tema, exactamente el mismo tema y prácticamente contaba lo mismo que nosotros habíamos contado, pero de otra universidad. Pues bien, se hizo un silencio sepulcral de nuevo (como en las previas a la nuestra), todas atendiendo durante la exposición, y al terminar empezaron a hacerles un montón de comentarios y preguntas. Claro que entre las dos autoras sumaban ocho apellidos, cualquiera no atiende.

Y era lógico, porque en realidad se abordaba (en la nuestra, y en esa comunicación) la presencia de las mujeres en la universidad y todas las que estaban allí o eran profesoras de universidad, o aspirantes a serlo. Así que nos quedamos un poco alucinados mi colega Ramón Fernández y yo, nos miramos:
- ¿Nos levantamos y nos vamos o no?
- Bueno espera que hay otro chico.
 
No recuerdo de qué era la del otro chico, miraré el programa pero por la amorosa atención que le prestaron supongo que de "nuevas" masculinidades o del LGTB (entonces todavía se quedaba en cuatro letras). Por supuesto, hubo el máximo respeto, silencio, y al terminar seguro que hubo preguntas. No recuerdo si muchas porque sí que nos fuimos antes de que terminase. Y por supuesto, no nos informaron  (lo he descubierto casualmente treinta años después) de que Pilar Carrasquer y Cristina Brullet iban a preparar una publicación con las comunicaciones, a cuenta del Ministerio de Trabajo (de aquel congreso salió una publicación, sobre Sociología del Deporte, en la que tenía dos capítulos, pero claro, ésa pagada a escote por los autores y autoras).

Bueno, pues ahí entendimos que a los hombres "blancos y heterosexuales" (o heteronormativos, sic) se nos cerraba la puerta a poder abordar cuestiones de género relativas a mujeres, o al menos se negaba la atención. Y de hecho así ha sido en lo sucesivo, y éso he percibido desde entonces en la producción sociológica en general. Y también empecé a percibir de una forma casi colegial esa alianza que ya se estaba formando entonces entre el feminismo (el TERF que llaman ahora) y el LGTB, a pesar de ser colectivos tan diferentes y diferenciados. Alianza cuyas consecuencias ahora paga el feminismo.


Presentación


Algunos de mis trabajos sobre género o "con perspectiva de género". 

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/1993/04/mujeres-1993.html

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/1993/06/mujeres-en-extremadura-1993.html

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/1995/07/mujeres-hombres-viejos-y-ninos-1995.html

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/2017/06/el-hombre-perplejo-1995.html

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/1995/12/video-mujeres-en-extremadura-1995.html

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/2018/04/cambio-social-en-el-medio-rural-la.html

http://textosdeartemiobaigorri.blogspot.com/2015/12/extremadura-treinta-anos-de-cambios.html



12.09.1995

Video Mujeres en Extremadura (1995)

En 1995, tras haber realizado el estudio Mujeres en Extremadura, y El hombre perplejo, la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX) encargó al Taller de Estudios Sociales y Territoriales (TESYT), la consultora que creé en Extremadura y dirigía, la realización de una campaña de divulgación de los resultados de esas investigaciones entre la población, con el objetivo de contribuir con información a la liberación de la mujer, ya en marcha. Denominamos a la campaña Construyendo/Conquistando (las palabras se sobreimprimían) un futuro entre iguales.

Para ese fin AUPEX nos pidió tres componentes que pudiesen recorrer luego todos los pueblos de la región: una exposición, basada en paneles informativos; un video, que resumiesen los estudios citados e incorporasen elementos de teoría feminista, propia o ajena; y un librito breve que recogiese toda la información.

Los paneles (que espero recuperar aunque no en su forma, pero al menos la base en WordPerfect) los realizamos entre todos los miembros del equipo de TESYT (con Ramón Fernández, Georgina Cortés y Javier Luna). El libro (pendiente de escanear) se basa en los paneles, aunque en él hice una redacción más extensa, con algunos componentes más teóricos, que desarrollé asimismo en el guión del video, que fue encargado a la productora extremeña Iris Eyes, creo que tan desaparecida como nuestra TESYT.

El texto que recojo aquí es el guión del video, que hace poco he reencontrado en un viejo CD, al que hace más de una década había ripeado y olvidado. La verdad es que está todavía de buen ver, en todos los sentidos. Se ve medio decentemente, y lo que se dice sigue siendo útil. También para ver las dimensiones del cambio social operado en este cuarto de siglo.




"Han construído leyendas... muchas leyendas. ELLOS han construído mitos, creencias.Y escribieron que en el principio era EL Verbo. Que en el principio fue EL hombre, y que de una de sus costilla hizo Dios una mujer...Y que Dios entregó LA mujer al hombre.
Estas creencias han sido útiles durante siglos, milenios. Sobre estas creencias se han construído códigos jurídicos que han consagrado la marginación y el dominio de un sexo sobre el otro... Construcciones filosóficas perfectas que asignaban un lugar en el mundo para los hombres, y otro lugar, siempre inferior, para las mujeres.
Y han servido para perseguir a muchas mujeres por negarse a ser la costilla de Adán
PONGAMOS LAS COSAS EN SU SITIO
"Muchas mujeres temen que si la supremacía masculina ha existido durante tanto tiempo, tal vez rea realmente 'natural' que los hombres dominen a las mujeres. Pero es un temor infundado. Las instituciones de supremacía masculina surgieron como una de las consecuencias de la guerra, del monopolio masculino de las armas y del emplo del sexo para el fomento de las personalidades masculinas agresivas. En consecuencia, la supremacía masculina no es más natural que la guerra"
Tal vez nunca sepamos por qué los grupos escogieron la guerra, frente a otras estrategias cooperativas posibles, en respuesta a las presiones reproductoras y ecológicas. Pero así fue, y aún lo estamos pagando.
Por eso mientras la Humanidad no ha descubierto y sancionado vías de..."


Referencia:
Baigorri, A. , guión (1995), Mujeres en Extremadura, Iris Eyes Producciones, Mérida

Acceso al texto completo del guión