"La lucha y la oposición a la presencia yanqui en la Ribera del Ebro no es nueva. Personalmente escribí mi primer alegato contra los aviones en mayo del 75. en un diario zaragozano, y no hacía sino reflejar el sentir generalizado de mi entorno geográfico. Pero obviamente antes del 20-N de ese mismo año la situación no ayudaba mucho a esta lucha, y todo se reducía a textos como los que se publicaban en e1 Andalán de aquellos tiempos, además de las charlas de café.
Tras el óbito o paso a mejor vida del general pardo, la presencia yanqui se hizo por un tiempo más disimulada (ver cuadro de accidentes: "Lo que cae del cielo ... "), porque se estaba en una situación muy extraña: ni los querían los ultras por demócratas, ni los quería la izquierda por imperialistas. Los herederos del general solucionaron el entuerto el 24 de enero de 1976, cuando Areilza y Kissinger firmaron el autodenominado Tratado de Amistad y Cooperación entre los Estados Unidos y España, que prorrogaba por cinco años la ocupación yanqui de la base naval de Rota, de las bases aéreas de Torrejón, Zaragoza y Morón. el campo de tiro de Bardenas, el oleoducto Zaragoza-Cádiz y otras instalaciones en todo el territorio español.
Desde entonces, la lucha se ha generalizado, protagonizada por los grupos ecologistas y por los partidos de extrema izquierda (aunque también el PCE y el PSOE han participado en algunas campañas, y desde luego el alcalde de Zaragoza se ha destacado por encima de la política de su partido, convirtiéndose casi en padalín de la lucha contra la base). Una lucha que se ha materializado en numerosos intentos de llegar en marcha hasta las instalaciones del polígono (todos terriblemente fallidos con excepción de la marcha que la Convención Republicana protagonizó en mayo de 1978 mientras varios miles de ecologistas se divertían en el Soto de Arguedas, cerca del polígono, y que estuvo a punto de terminar trágicamente), casi una docena de manifestaciones en Tudela, numerosos detenidos (entre ellos varios alcaldes de la zona, diputados y parlamentarios forales navarros que a finales de1980 acudieron a Madrid a manifestarse frente a la Conferencia de Seguridad Europea), multas y muertos. Gladys del Estal, muerta en la última gran fiesta ecologista que se celebró en Navarra, en Tudela,murió simplemente porque las FOP creyeron que los miles de ecologistas que se estaban divirtiendo en Tudela tenían previsto marchar por la tarde hacia el polígono de tiro (lo que no era cierto), y se apresuraron a disolvemos y expulsamos de Tudela. La consecuencia más directa, además de la generalización del terror entre la población, fueron varios heridos. alguno de bala. Y la muerte de Gladys, a la que nunca se olvidará en la Ribera."
REFERENCIA:
Baigorri, A. (1981), "La ribera yanqui del Ebro", El Viejo Topo, Num. 63 (diciembre), pp. 8-14
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