En los años 70 no fueron pocos los trabajos que dediqué a Tarragona. En 1977 hice uno de mis primeros trabajos con Mario Gaviria en un informe sobre la agricultura de Tarragona; en 1979 publiqué en Andalán un trabajo sobre el papel del Camp de Tarragona en el proyecto de trasvase del Ebro a Barcelona; y en el mismo año publiqué este trabajo en Transición. En 1980 trabajé como becario en un proyecto de I+D (aún no se llamaban así) sobre Planeamiento Ambiental de Ciudades, tomando para mis estudios de caso, además de Huelva por la contaminación, el papel limitador del crecimiento del agua, en el caso de Tarragona. En 1984 trabajé en la elaboración de un informe y una guía sobre Salou-Cambrils para el proyecto sobre ciudades de playa que desarrollamos para la Secretaría de Estado de Turismo, del que desgraciamente no tengo copia, a pesar de que era un gran trabajo. Y estando en Cambrils realizando el trabajo se produjo un incidente en la petroquímica, por lo que realicé para el diario Liberación, de cuyo equipo fundador formé parte, un reportaje de urgencia, firmando con silgas porque aún me quedaban gentes que entrevistar en la zona para el trabajo de turismo.
"En 1972, un delineante de Tortosa elaboró un mapa en castellano al que se habría de dar la máxima publicidad por la zona, siendo incluso patrocinado por algunas casas comerciales. El mapa en cuestión delimitaba el "Territorio de Tortosa" -Terra Alta, Ribera, Baix Ebre, Montsiá--, y lo hacía limitar al Sur con el País Valenciano v el Mediterráneo, al Oeste con Aragón... y por el Norte y el Este con Cataluña. Tradicionalmente, la derecha más reaccionaria de esas comarcas, acostumbrada al caciquismo más desvergonzado, veía con malos ojos a esa Catalunya del Norte industrializada, proletarizada, huelguista... Durante la Generalitat republicana hubo fuertes intentos para lograr la autonomía de la zona: una autonomía que en aquellos momentos tan sólo hubiese beneficiado a caciques y terratenientes. El apoyo de ciertas capas populares hacia tales Iniciativas podía justificarse -o explicarse- entonces por las relaciones cuasi feudales que imperaban en su principal sector productivo, la agricultura. Pero en la actualidad, cuando esas relaciones se estar transformando, cuando los caciques casi no pueden ejercer como tales, resulta inexplicable a los ojos de muchos el que gran parte del pueblo de la Regió d'Ebre vote a la derecha en las elecciones, una derecha poco amiga de la "Catalunya madre" (y todavía les resulta más inexplicable a esos muchos el que también los grupos de izquierda más pogresistas de este territorio vean con malos ojos a Barcelunya.)LA CATALUNYA DESCOLGADASigue (...)"
Referencia: Baigorri, A. (1979). "Regió d'Ebre, pariente pobre de Catalunya". Transición. Economía, trabajo, sociedad. Num 14. pp. 15- 19
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