Es un texto que elaboré a partir de la tercera asamblea de discusión del grupo ARRE , Alternativas Radicales para la Ribera del Ebro (una metodología a la que no pusimos nombre pero que seguro que ya se la ha puesto alguien como alguna sub sub sub técnica de la Investigación Acción Participativa), celebrada el 29 de julio de 1978 en Alcanadre (Navarra). Como se explica en el texto, al final nos comimos la caldereta que habían preparado las gentes de Alcanadre, con buen vino bodeguero, escotamos a 130 pesetas para atender a los gastos organizativos, y para casa. Normalmente los debates ARRE los grabábamos y transcribíamos después, tal cual (ésa era la metodología: no añadir nada, no manipular nada), pero esa vez o porque no vimos sustancia suficiente, o por la razón que sea, que no recuerdo, optamos por no hacerlo. Yo pagué el pato, pues me tocó elaborar el texto que resumiese y sistematizase todo lo dicho. Visto ahora, y teniendo en cuenta que tenía 22 años, pues no está mal. Le quitas los clichés de la época, y creo que aporta cosas como reflexión sobre el cooperativismo. Como el texto era breve, lo incluimos junto al debate anterior, sobre los problemas de los medieros, en un único libro . Sí, nos los publicaba Hórdago. Nada más.
El dibujito de la portada es mío, el mismo que habíamos utilizado para la primera publicación del "think tank" asambleario. Los títulos completos de los debates, con pueblos y todo, como título del libro, en lugar de poner un título más "literario" y sencillo, cosas de Mario.
".... Parece que hay dos perspectivas a la hora de entender el surgimiento y desarrollo del cooperativismo, en la segunda mitad del siglo XIX. Así, una perspectiva optimista vería a este movimiento como consecuencia de la lucha de los trabajadores, sería un instrumento de autodefensa basado en las ideas de algunos anarquistas y de algunos otros socialistas utópicos, podría así contemplarse como una conquista de las clases trabajadoras, que con el tiempo irá fraguando en los distintos países en forma de leyes “favorecedoras” del trabajo asociado. Lógicamente quienes contemplan con estos presupuestos el cooperativismo piensan que es éste un sistema de producción a desarrollar, y que toda la sociedad puede organizarse como una inmensa federación de cooperativas donde todos los trabajadores de la ciudad y los del campo estarían asociados.Pero hay una segunda perspectiva que, por llamarla de alguna manera, podríamos llamarla pesimista, que no ve el movimiento cooperativo con tan buenos ojos. Desde esta perspectiva el cooperativismo aparece como una inteligente respuesta que, en su momento, el capitalismo da ante el peligroso avance del pensamiento socialista.Pero ¿cómo puede ocurrir esto? Atendamos a que las formas de producción cooperativa son, sin duda alguna formas más avanzadas que las capitalistas, a partir del momento en que los medios de producción pertenecen a los trabajadores. Pero, a la vez, viene a resultar que las empresas cooperativas no sólo pueden sobrevivir al lado de las hegemónicas relaciones de producción de tipo capitalista, sino que además de sobrevivir conviven con ellas, e incluso, aunque degradadas ideológicamente, las cooperativas son promocionadas en algunos sectores productivos por el capital. Es el caso de las cooperativas agrícolas más usuales, que consisten en reunir la producción de muchos agricultores -que funcionan de forma capitalista para ahorrar al intermediario el tener que ir comprando el producto de uno en uno. Desde luego que también existen cooperativas industriales de producción, que objetivamente son mucho más avanzadas en este sentido que las de campo a las que nos hemos referido, pero tampoco podrían subsistir sin la ayuda de las empresas capitalistas, suministradoras de materiales o compradoras de productos de las cooperativas; por otro lado, se razona que este tipo de empresas lo que hacen es convertir a los obreros en empresarios, produciéndose un desarraigo de clase y las consiguientes contradicciones....."
Referencia:
Baigorri, A. (1978), "La radicalización del cooperativismo", en Baigorri, A. y Gaviria, M., eds., Debates ARRE: Renteros y medieros. Cooperativismo, Hórdago, Donostia, pp. 131-155
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios están moderados para evitar spam, pero estaré encantado de dar paso a cualquier comentario que quieras hacer al texto