Con el equipo de Fernando el Católico hicimos bastante planeamiento en poco tiempo, entre otros en el Valle de Echo, Sallent de Gállego. Uno de los proyectos a priori más apetecibles para mí fueron las Normas Subsidiarias Comarcales de Planeamiento del Somontano del Moncayo, que se convirtió en un proyecto conflictivo al enfrentarnos a un cacique local, un alto mando militar que "protegía" a los del pueblo cuando hacían la mili, empeñado (y lo consiguió) en hacerse un chalet delante del Monasterio de Veruela (aquí desarrollo aquel asunto). Llegamos hasta el avance de planeamiento, con grandes logros y propuestas, pero el cacique consiguió soliviantar al pueblo más importante, Vera de Moncayo. Pedían como locos urbanizar alrededor del Monasterio de Veruela. El resultado de la batalla fue que, por las bravas, la Diputación de Zaragoza nos rescindió el contrato. Algo nos ofreció a cambio, pero yo estaba en otras historias, seguramente poniendo en marcha el estudio de La Rioja.
En el marco de aquel proyecto preparé este informe proponiendo la creación de una Mancomunidad de todos los pueblos del Somontano del Moncayo, no sólo para optimizar sus desarrollos urbanísticos y turísticos sino como estrategia de desarrollo local. Por supuesto no se llevó a cabo. Quizás a la larga se haya llevado a cabo. Pasa mucho.
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