"Debemos saludar con alborozo la aparición de un nuevo medio de comunicación, especialmente en una región como la nuestra, semidesértica en estos aspectos. Como decía el viejo Mao, "que se abran cien flores y compitan cien escuelas"; porque ya sean flores de un día, o de toda una vida, todas las flores y escuelas embellecen el mundo. O lo que es lo mismo, dicho en términos occidentales, sólo la información desprejuiciada y el libre debate, abierto a todos sin distinción ideológica, permiten el diseño de políticas apropiadas a la realidad y el progreso social. Si además este nuevo medio está preferentemente dedicado a la economía, merece mayores ánimos, puesto que la aventura es aún más difícil. Sin duda ha de contribuir a extender la cultura empresarial en Extremadura, que falta le hace todavía, especialmente en tiempos de crisis.
Mi impresión es que, también en esta tierra, se acabaron los pelotazos; ya no cabe amontonar duros en cuatro días, alcoholizando a los jóvenes; se ha terminado el tiempo de pillar los millones de la subvención y correr; ya no va a ser tan fácil conseguir la recalificación semifraudulenta de terrenos, o meterles el pufo a unos cuantos desprevenidos compradores de vivienda... Tal vez haya sido necesario pasar el sarrampión del capitalismo especulativo, para conseguir esa acumulación rápida de capital; desgraciadamente, parece que sigue siendo la única vía para crear una clase empresarial dinámica en las sociedades capitalistas. Así ha ocurrido en Extremadura en los últimos años, pero es tiempo ahora de aplicar ese capital y ese dinamismo en inversiones productivas, es hora de conectar la región con los flujos económicos nacionales e internacionales. Tenemos ya un buen racimo de empresarios, en nuestros pueblos y ciudades, con dinero fresco que deben poner a trabajar en inversiones productivas, creando empleos de futuro. Para ello un espacio de comunicación económica, como el que ahora ve la luz, es fundamental.
La permanencia de esta revista será no obstante difícil. En mi opinión, su futuro estará asegurado en la medida en que sepa adaptarse a las peculiaridades de la región. En la medida en que evite los pasos de tantos intentos similares surgidos en otras regiones, empeñados en reproducir miméticamente los esquemas de las grandes revistas económicas o financieras de ámbito nacional o internacional. El buen empresario, como el buen científico o el político honesto, ya se mantiene al día de las grandes corrientes e informaciones de ámbito nacional. Lo que sin duda echa en falta es una información actualizada de las posibilidades de inversión local, la difusión de los grandes temas económicos regionales, la puesta en comunicación de las diversas iniciativas de las dos provincias en que para mal sigue dividida la región, y sobre todo el debate de sus problemas fundamentales. Esos deben ser los objetivos de una revista económica que, en Extremadura, se pretenda duradera: que las ideas, recursos y capitales de la región se pongan en contacto.
¿Por qué hablo, en este ámbito, de una economía verde?. No por cierto porque reivinque una economía para legos, sino porque estimo imprescindible que, en esta región (tarde o temprano hasta la Universidad de Extremadura se terminará enterando), la Economía maneje conceptos como economía de los recursos (economía del agua, de la energía...), economía del medio ambiente (economía del reciclaje, del impacto ambiental...), ordenación del territorio (economía urbana, economía regional), desarrollo sostenible (agroecología, eco-turismo, eco-técnicas...), etc .
El modelo de desarrollo de Extremadura está ya prácticamente definido (tanto por responder a un proyecto autóctono, como porque la economía-estado, la economía-Europa y la economía-mundo no nos dejan muchos más resquicios) como un modelo blando, basado en los recursos locales, de bajo impacto, descentralizado y deslocalizado. Agricultura y agroindustria (incluyendo la agricultura biológica y la agroindustria artesanal, que han de tener a medio plazo un futuro esplendoroso), turismo (cultural, de salud, ecológico, cinegético...) y servicios innovadores (incluyendo la investigación) van a ser los ejes económicos de esta región. Y todo ello sobre el sustrato de un espacio ambiental (y aquí incluyo tanto a los espacios supuestamente naturales, como a los creados, pueblos y monumentos incluídos, por la mano del hombre) que es a la vez sostén y limitante de todas esas actividades. Tal vez en pocos territorios sea esencial, como lo es en Extremadura, la conservación del medio ambiente rústico y urbano. Es, ahora mismo, nuestra gallina de los huevos de oro. Tal vez sea, incluso, nuestra única gallina.
Esta revista debe ser pues capaz de introducir esa perspectiva ecológica,no por estar a la moda, ni mucho menos por agradarnos a los pocos que intentamos avanzar, en el conocimiento o la planificación, por esa línea. Simplemente porque, en Extremadura, la Economía será ecológica o no será."
Referencia:
Baigorri, A. (1994), "La economía verde", Extremadura Económica, Num. 1, 30/4/1994, pag. 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios están moderados para evitar spam, pero estaré encantado de dar paso a cualquier comentario que quieras hacer al texto