4.21.1993

Mujeres (1993)



"Acabo de leer una entrevista a Fernando Arrabal. Siempre me ha parecido un payaso, pero al igual que los niños, también los adultos -o en camino de serlo, pues uno se resiste como puede- también necesitamos nuestros payasos del pensamiento. Destaca en la entrevista su propósito de convertir al catolicismo a Felipe Gonzalez (no estaría mal, ciertamente, que abandonase la ética del protestantismo; que como ustedes saben es estricta en las formas, liberal en lo económico y darwinista en lo social). Pero especialmente me ha llamado la atención un dato que, por lo que conozco de las vicisitudes de las mujeres, es muy probable que sea cierto. Arrabal denuncia que la auténtica descubridora del virus del SIDA es una mujer, una bióloga, mientras que el doctor Montaigne, que se pasea por el mundo triunfante gracias al descubrimiento (son casi tantos los que hoy viven del SIDA como los que mueren de esta terrible enfermedad), prácticamente no habría puesto los pies en el laboratorio.  Lo creo a pies juntillas. Ayer mismo asistí a la más curiosa presentación de un libro (y digo curiosa porque he asistido a presentaciones sin libro, pero nunca sin autor). Se trataba de la lujosa edición de los manuscritos de dos obras muy importantes en la historia del Urbanismo, casualmente descubiertos, reconstruídos y analizados durante siete años por dos investigadoras. En la sala mucho mass-media, atraídos más por el continente que por el contenido. En la mesa un ministro, un director general, los alcaldes de las dos principales ciudades españolas... y el director de la investigación. Todos hombres. Nada extraño, si no fuese porque faltaban las pacientes investigadoras que han realizado el trabajo, quienes casualmente estaban sentadas a mi lado. Y digo pacientes no tanto porque hayan precisado paciencia para desarrollar su labor, sino porque como mujeres siguen estando, pacientemen te, donde los hombres, con independencia de la calidad de los méritos personales, las seguimos poniendo. No tienen elección: o eso o nada, salvo que opten por abandonar su femineidad y pasar a actuar como hombres. Es decir como devoradores, pisoteadores, dominadores, practicantes del codazo y la zancadilla. Son sólo datos, elementos que muestran claramente la situación de las mujeres en sectores como la investigación y la Universidad. No es banal, y no cabe decir que así ocurre en todos los ámbitos de la sociedad. Es que se trata de las zonas de la sociedad donde, supuestamente, anidan los pensamientos más avanzados, las actitudes más racionales. Pero no es así. El comportamiento de los machos universitarios, catedráticos o sabios doctores, respecto a las mujeres, no se diferencia todavía en mucho del de los machos suburbiales y aculturados. Simplemente lo disimulan mejor. (17.IV.93, día de mi 37 cumpleaños)"
Curiosidades: Entre las "frases del día" que se recogen ese día en una sección vecina al artículo: "El PP está listo para gobernar" (Rodrigo Rato, portavoz del PP). Y tan preparado que estaba, él.

Referencia:
Baigorri A. (1993), "Mujeres", Extremadura, 21/4/1993, pag. 7

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