9.06.1991

Más que palabras (1991)

En 1991 una "fontanera" del PSOE regional me llamó para decirme que al presidente le hacía ilu que yo, un crítico independiente sensiblemente a su izquierda, presentase su libro. ¿Y por qué no? Eso sí, frente a lo que la intermediaria se atrevió a pedirme (tenía confianza), que me cortase un poco el pelo, dije que ni hablar. Que cómo va mi pelo, largo o corto, lo decido yo.

"(...)Y aquí estamos, en 1991, con Ibarra dispuesto a repetir nuevamente, y con el dragón de Valdecaballeros definitivamente vencido.
No creo que la victoria contra la central nuclear deba atribuirse a Juan Carlos Rodriguez Ibarra, sino a todos los extremeños que han empujado a ello; muy especialmente, y esto hay que decirlo también aquí, quienes hace quince años iniciaron la lucha antinuclear, soportando las acusaciones de retrógrados, prehistóricos o pequeño-burgueses. Pero también tengo la convicción de que con otro presidente seguramente las cosas hubiesen sido muy distintas.
En cualquier caso es sólo una batalla. Quedan otras aún hasta ganar, en Extremadura, la guerra de la energía; una de las guerras más importantes en esta región. Entre las batallas pendientes están el cierre de Almaraz, la introducción de nuevas energías alternativas, la reinversión en la región de los beneficios generados por la hidroelectricidad... 
Pero Valdecaballeros era importante, muy importante, más importante de lo que creían incluso muchos destacados militantes del partido que patrocina este acto. Porque suponía una gravísima hipoteca, una pesada espada de Dámocles, sobre el eje económico fundamental de esta región: las Vegas del Guadiana.  
Y tiene más significación el empeño personal del presidente cuando quizás ni siquiera lo ha hecho por antinuclear, seguramente tampoco por miedo a perder unos votos, sino simplemente por lealtad a su tierra y a sus gentes.(...)"


Referencia
Baigorri, A. (1991), "Más que palabras", Mérida
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5.31.1991

Un modelo para Extremadura: propuestas de acción 1991-1994 (1991)

A finales de mayo de 1991, tras las elecciones autonómicas, y a pesar de que en aquellos entonces se me ubicaba poco menos que en la extrema izquierda, el presidente Ibarra me solicitó un listado de propuestas que a mi juicio fuesen interesantes para la región, y que no estuviesen incluidas en el programa del PSOE. Obviamente Ibarra echaba mano de gente que podía aportarle algo para pensar y repensar Extremadura, no sólo de amiguetes y botafumeiros.

Como siempre he sido un voluntarioso tonto útil, a pesar de lo liado que estaba (trabajo, estudios, llevar la niña al colegio, el niño recién nacido) en unos días preparé este documento, que luego estuvimos discutiendo a lo largo de una jornada que empezó muy bien pero no terminó muy allá. Básicamente por mi cabezonería en torno a una cuestión "fuera de programa": la objeción de conciencia respecto de la mili y el debate sobre su desaparición. Ibarra se ofendió incluso porque la consideraba un instrumento patriótico esencial. Yo no lo veía así, y no estaba desencaminado: en 1994 Felipe González declaró que "los insumisos nos llevan a un callejón sin salida", y en 1996 tendría que ser el PP quien acabase con el servicio militar obligatorio. Luego he pensado que aquella discusión provocada sólo fue un examen, que evidenció que no era sumiso. Osea, que no lo pasé. Creo que afortunadamente. 

En cualquier caso, ahí quedaron mis propuestas. Unas cuantas fueron incorporadas a lo largo de los años de gobierno de Ibarra, en algunos casos de forma milimétricamente textual, en otras de forma aproximada. Otras han llegado después por el curso natural de las cosas, o porque las han visto citadas, o porque las han impuesto desde Europa (todo ese rollo de la economía circular, ¡por favor!, cuántos años de tiempo perdido por no hacerme caso). Otras se le habrán ocurrido al responsable de turno de mottu propio, no digo yo que no aunque no he visto yo demasiada capacidad creativa en muchos cargos públicos, la verdad. Otras (como eso que hoy llaman "un tren digno", o la autovía a Levante) en realidad las puede pedir cualquiera, porque siguen esperando al depender de Madrid. Pero es que también siguen esperando otras que dependían, y dependen porque aún están pendientes, de decisiones regionales. Osea, que el documento creo que aún puede inspirar políticas, tres décadas más tarde. 

Bueno, ahí están. Aquí el listado de esas medidas; al final del comentario está el enlace el texto completo. Las primeras se refieren a la Universidad, y en lo que a carreras propuestas, obviamente se han cumplido todas, aunque no con exactitud (la ingeniería industrial superior en la rama de energía solar que yo proponía se quedó en electricidad a secas; y la especialidad de paisajismo que proponía para la Ingeniería de Montes no se ha desarrollado):
  • potenciar los seudo campus de Plasencia y Mérida, REALIZADO
  • captar alumnado portugués
  • romper la división territorial entre Ciencias y Letras  REALIZADO
  • Nuevas carreras:
    • 1. Económicas (BADAJOZ)   IMPLANTADA
    • 2. Ingeniería Agrícola Superior (BADAJOZ) IMPLANTADA
    • 3. Escuela de Trabajo Social (BADAJOZ) 
    • 4. Escuela de Turismo (CACERES) IMPLANTADA
    • 5. Informática Superior (CACERES) IMPLANTADA COMO INGENIERÍA
    • 6. Ingeniería Industrial Superior (BADAJOZ)  IMPLANTADA
      • (sólo ramas muy avanzadas:organización industrial, energía solar, etc
    • 7. Ingeniería Técnica de Montes (CACERES) IMPLANTADA EN PLASENCIA
      • Especialidades: Ingeniería Técnica Ambiental; Gestión de Sistemas Adehesados; Paisajismo
    • comandos de educación popular  REALIZADO (AUPEX)
  • Dirección General de Agricultura y Agroindustria Biológicas
  • huertos familiares   REALIZADO EN BADAJOZ
  • introducir la informática en la agricultura HA LLEGADO SOLA
  • DEJAR DE HACER EXPROPIACIONES  REALIZADO
  • Banco de Tierras
  • Regar la dehesa en algunas zonas para mejorar su productividad 
  • Pequeños regadíos locales 
  • Crear una cultura del agua en la región
  • Repoblación márgenes pantanos
  • Recuperación Charcas urbanas    REALIZADO
  • Diseñar una política natalista
  • Potenciar las mancomunidades de servicios   REALIZADO PERO MAL
  • Facilitar la segregación de los pueblos de colonización, solos o agrupados  REALIZADO
  • Mejorar la gestión de los comunales, rescatando vuelos
  • Adaptar la Ley del Suelo diseñando unas Directrices de Planeamiento básicas para todos los municipios  REALIZADO POR IMPOSICIÓN DE LEY
  • Micropolígonos industriales sólo a la demanda, con bajos niveles de urbanización
  • Polígonos ganaderos
  • Potenciar el consumo de productos extremeños en la propia región  REALIZADO ASÍ ASÁ
  • Fomentar la conservería artesanal de calidad y ecológica   REALIZADO POQUITO
  • Cerrar Almaraz 
  • Construir un gran centro de ocio vinculado al medio ambiente en Valdecaballeros  EN 2021 APARECE UN PROYECTO DE INICIATIVA PROVADA EN ESTA LÍNEA, ASI QUE EN REALIZACIÓN
  • Potenciar las energías alternativas: promover una megacentral solar en La Serena, el biogás y el reciclaje de la basura y especialmente de los residuos agrícolas y forestales  REALIZADO EN PARTE
  • Plan Informático Regional  REALIZADO, PERO FUE UNA CHAPUZA
  • Promover un bolsín regional para captar recursos locales para los emprendedores 
  • No obsesionarse por el TAV, que llegará algún día. Exigir la mejora de la red tradicional de ferrocarriles
    • Crear una red de cercanías que conecte Badajoz, Mérida, Cáceres y VillaBenito
  • Autovía a Levante
  • Vía transversal de Gata a Navalmoral    REALIZADO
  • Mejorar la carretera a Huelva   REALIZADO
  • Creación de islas de descanso y acampada en carreteras nacionales y autovía
  • Red de miniaeropuertos para aerotaxis en Cáceres, Mérida y VillaBenito y mejora del aeropuerto de Badajoz
  • Replantearse la Ley del golf, que es un gran error  REALIZADO, PERO TARDE, Y LUEGO AÚN SE HIZO OTRA PEOR EN LA MISMA LÍNEA
  • Promover la creación de campings municipales  REALIZADO ESPONTÁNEAMENTE EN ALGUNOS MUNICIPIOS, PERO NO HA HABIDO TODAVÍA UN PLAN SOBRE ESO
  • Desarrollar una política de casas rurales   REALIZADO
  • Promover la industria del reciclado de basura, así como de residuos agrícolas  REALIZADO EN PARTE POR IMPOSICIÓN LEGAL EUROPEA
    • El tren de la basura de Madrid





Referencia:
Baigorri, A. (1991), Un modelo para Extremadura: propuestas de acción 1991-1994 , Documento de Trabajo
Enlace al texto completo

9.29.1990

Notas sobre el Descubrimiento, y su impacto en la sociedad (1990)

En septiembre de 1990 me invitaron a una sesión extrañísima, un lujo cultureta de esos para gente bien. Cosa de medio centenar de gentes venidas de toda España y Latinoamérica, convocadas por una organización cultural (Ámbito María Corral) de Barcelona a una cena-coloquio en el Parador de Trujillo, en la que, mientras ellos cenaban tan a gusto, sucesivamente un historiador del CSIC (Antonio Lafuente, físico dedicado a la Historia de la Ciencia, actualmente activista altermundista que ha desarrollado una teoría sobre el procomún que se parece demasiado a un combinado de Illich al Gorz tomado en el Santabárbara de los 70 una noche de viernes); un filósofo de aquellos postmodernos entonces de moda, que estaba (provisionalmente, claro) en la Universidad de Extremadura y luego creo que se fue para Navarra, y cuyo nombre no recuerdo; y un sociólogo periférico que tardaría en entrar en la Universidad (yo mismo) les hablábamos de nuestra visión sobre el descubrimiento (porque se acercaba el 92) a partir de un texto de partida escrito por uno de los organizadores, Alfredo Rubio. Un poco sobrecogedor todo, y más en ese marco. Una experiencia... Por su parte, ni idea de cómo y por qué llegaron a mí. Por mi parte un atrevimiento, pero uno ha sido siempre un tímido atrevido.




"He apuntado unas breves reflexiones en torno al texto que sirve de base para este coloquio. Son notas sin pretensión sistémica, como corresponde a un debate relajado como éste.

 .1 Por ejemplo, separar el descubrimiento de América de otros acontecimientos históricos ubicados en el Renacimiento; creo que la cuestión es netamente diferenciable de los descubrimientos científicos resueltos en esa época. Por eso me causa extrañeza esa vinculación del viaje de Colón al ámbito de las Revoluciones Científicas. 

 .2 ¿Por qué andar buscando justificaciones espúreas a la celebración? El '92 es para mí más bien la exaltación de la salida de España de un aislamiento secular. Lo que se celebra es la incorporación de este país a lo que antes se llamaba el concierto de las naciones; es decir, al grupo de países que dan la nota en el concierto: los países ricos y superdesarrollados. Además, como los españoles somos poco ahorradores, en este asunto se une también la posibilidad exquisita de derrochar el capital acumulado en los últimos años de bonanza económica. En España, cada vez que se supera una crisis se monta una exposición, se organiza un centenario o se compra un paquete de aviones de combate. Somos así, y debemos tomarnos como somos, porque no hay remedio.

 .3 De otro modo, si hallásemos razonable lo que se nos propone, la consecuencia lógica sería un jolgorio continuo. Pues si hemos de celebrar en estos términos el descubrimiento de América, habría que hacer lo propio con la llegada de Marco Polo a China, o de los fenicios a Cádiz. Y con mayor razón habría que celebrar el descubrimiento del trigo, del fuego, de la rueda, de la máquina de vapor, de la electricidad o del ADN, acontecimientos éstos últimos de mayor importancia para el hombre; especialmente porque son tanto producto del azar como de la Ciencia, y si tales hechos no hubiesen sucedido la Historia sería distinta, mientras que el descubrimiento de América, y luego volveremos a ello, habría sucedido igual tarde o temprano.

 .4 Unos breves apuntes históricos pueden mostrar más claramente lo erróneo de la pretensión de vincular el descubrimiento a la primera Revolución Científica del mundo moderno, y más aún de pretender, como se hace en el texto que nos sirve de referencia para el diálogo, que con el viaje de Cristóbal Colón "se realizó, al fin, la praxis de la profética revolución copernicana".

En primer lugar, a Colón el desarrollo científico (o, por decirlo en términos de la época, de la 'filosofía natural') le importaba un pimiento. Era, como Marco Polo, un aventurero con ansias de poder y riqueza (aunque mucho menos inquieto por el conocimiento que el curioso y perspicaz veneciano). De hecho, cuando Colón realiza su viaje es ya conocida la redondez de la tierra; y más aún, los Técnicos de la reina Isabel que en primera instancia desestimaron el proyecto no lo hicieron en base a oscuros e inquisitoriales designios, sino porque hallaron que los cálculos del navegante eran una chapuza.

En cuanto a Copérnico, esbozó su teoría heliocéntrica (ya planteada, por otra parte, en la Grecia del siglo III antes de Cristo por Aristarco, aunque sin mucho éxito) en 1.507, afinándola hacia 1.530. Pero sólo fue publicada en 1543, es decir casi medio siglo después del Descubrimiento. Además, los términos de su teoría no trascienden de la física aristotélica, y habrían de ser precisos Kepler y Galileo para que el asunto cuajase. De hecho, es a principios del siglo XVIII cuando las teorías de Copérnico, ya corregidos sus numerosos errores, son comúnmente aceptadas en las sociedades europeas.

 .5 Creo que debemos olvidarnos de una vez de ciertas interpretaciones históricas basadas en una supuesta progresión racional de las ideas, una eterna lucha entre buenos (los que propagan las ideas comúnmente aceptadas) y malos (los que se opusieron a ellas). Es esta una visión antihistórica, y además anticientífica. Una visión que conduce a interpretaciones erróneas como las que plantea el señor Alfredo Rubio en su escrito, y que recuerdan a aquélla canción de Carlos Puebla: "¡...Y eso llegó Fidel!". Aquí el providencialismo se aplica a los científicos. Por el contrario, la Historia del Mundo es mucho más compleja que la historia de la Ciencia; y ésta no es sino una pequeña parte de los elementos y estructuras que conforman cada estadio de la sociedad.

La Antropología nos ha enseñado que lo llamado "mágico" en una sociedad primitiva puede corresponder a lo que se llama "ciencia" en otra supuestamente avanzada. Elementos, en ambos casos, al servicio de las estructuras dominantes de la sociedad. Por ello no creo que -sin negarle su importancia en el camino de la Ciencia- haya que hablar tanto de una Revolución Copernicana, como de un Renacimiento que, justamente en el seno de las transformaciones socioeconómicas (surgimiento del capitalismo), generó aquéllas. Es decir, es el Capitalismo surgiente quien provoca los Descubrimientos (no en vano Colón procede de Génova, cuna del primer capitalismo mercantil), y no al contrario.

Curiosamente, y en contraposición a esa visión idealista de la Historia, será justo en el siglo XVI (el siglo de los Descubrimientos) cuando las mentes más lúcidas de Europa elaboren una doctrina política -el absolutismo- que se define por la afirmación de una soberanía monárquica sin límites ni control, que no reconoce a los súbditos más que el deber de obedecer. Es además el siglo del apogeo de la caza de brujas, de las persecuciones de judíos, de las guerras religiosas. Un siglo en el que se ponen las piedras sillares del nuevo edificio científico que habría de construirse en los siglos siguientes: pero esas piedras para los cimientos deben más, como han demostrado los historiadores, al nuevo platonismo del Renacimiento y al misticismo alquimista que surgió de él que a ninguna especie de "racionalismo" en el sentido moderno de la palabra. 

Pero si vamos más allá en estos hitos de la llamada Revolución Copernicana, hallaremos que justamente dentro del círculo ideológico de Galileo pueden verse años más tarde a gentes como Hobbes, que trasladará a la teoría política el materialismo mecanicista de los racionalistas, y elevará la teoría absolutista a las más altas cimas. Entonces, como hoy y como siempre, desarrollo científico no puede traducirse de forma automática como elemento liberador del hombre.

 .6 En suma, estimo que Descubrimiento de América y Revolución Copernicana (si es que puede hablarse de tal) son dos cuestiones no más relacionadas entre sí de lo que puedan estarlo cualesquiera otros acontecimiento de la Historia. Porque, ciertamente, todos están relacionados.

 .7 Yendo un poco más allá: en realidad, para el desarrollo histórico el Descubrimiento no tuvo demasiada importancia. Fue una simple cuestión azarosa que ocurriese en 1492 y no en 1450 ó 1550. Para los hispanoamericanos, y para los españoles (me refiero a los de la época) hubiese sido preferible que 'el encuentro' se hubiese dado un par de siglos más tarde, con los europeos un poco más civilizados. Pero ocurrió así, y no se puede cambiar la Historia. 

 .8 Veamos algunas posibles influencias de ambos acontecimientos (que, insisto, no deben ser considerados de forma unitaria) en la sociedad de su tiempo. 

 .9 El Descubrimiento tuvo ciertamente una influencia muy directa en extensos grupos sociales: abría la posibilidad de probar fortuna en otro mundo. Algo que sólo ocurre, efectivamente, cada 500 ó 1.000 años. Ello influye a su vez, lógicamente, en el vivero de la Utopía. Por supuesto que desde avanzada la Edad Media la secularización fomentada por viajes a tierras no cristianas había llevado a incursiones en el destino, a la construcción de utopías sociales, en suma a la consciencia de la posibilidad de construir un mundo mejor. Pero será el Descubrimiento de América el hecho que abrirá la última espita de la imaginación social. Ya no será sólo imaginable un mundo mejor; será posible imaginarlo construido desde cero. Muy poco después del Descubrimiento Tomas Moro escribirá su "Utopía", precisamente inspirado en las narraciones de Américo Vespucio, y a ésta seguirán decenas de creaciones en la misma línea. Pero, aún más, será incluso posible materializarlo: al poco de publicarse "Utopía" un español intentará aplicar sus presupuestos entre los indios de América. Y algo más tarde las comunidades protestantes iniciarán su migración a América del Norte, a construir allá sus 'utopías'.

Los Descubrimientos dieron "un giro total a la relación del hombre con su entorno natural", como nos propone el doctor Alfredo Rubio. Pero esto no tiene por qué ser ineludiblemente positivo. De hecho, ello supuso concebir otros espacios a los que expandirse, y de rebote se tradujo, en la praxis social y económica, en una minusvaloración de la importancia de los disponibles. Hasta finales del siglo XV la Humanidad era consciente de que por siempre las sucesivas generaciones habrían de vivir del mismo suelo que ellos utilizaban. A partir del siglo XVI estas consideraciones perdieron importancia. Y todo ello ha tenido, a su vez, una extraordinaria importancia para este planeta, que hoy está exhausto a causa de los cambios ecológicos operados en los últimos 300 años.

 .10 En cuanto a la influencia de la Revolución Copernicana, es más discutible su repercusión en la sociedad de la época. El desarrollo del capitalismo comercial dejará subsistir todavía durante mucho tiempo los rasgos esenciales de una economía rural tradicional y de una sociedad aristocrática que se expresan en el régimen señorial. Poco notaron durante siglos los súbditos de los reinos de Europa, por más que se hubiese demostrado que el sol tenía algo más de importancia que la Tierra. En realidad, no es la CIENCIA la que provoca transformaciones sociales, sino la TECNICA; y ambas se deben a su vez, quiero insistir en ello, a las estructuras sociales dominantes. La base teórica en que se basa la informática tiene un siglo largo; pero ésta sólo ha incidido realmente en la sociedad, provocando algunos cambios -tampoco tantos como se temía- cuando se han podido fabricar ordenadores personales. El descubrimiento del ADN es muy importante en términos científicos; pero tan sólo cuando se popularicen técnicas de manipulación genética podremos detectar cambios sociales influenciados por esta cuestión. Algo así nos ocurre con el descubrimiento de Copérnico: tan sólo las invenciones técnicas generalizadas a partir del siglo XVIII, basadas en los descubrimientos científicos del XVI y el XVII, condujeron a cambios sociales importantes.

Por otra parte, la revolución copernicana en absoluto implica una desconsideración del hombre como centro del universo. Por el contrario, para bien y para mal, este paradigma sigue siendo la base filosófica de buena parte de la Ciencia Moderna. Esta trabaja al servicio del hombre, especialmente de ciertos grupos de hombres, es decir de ciertas clases sociales. Lo que sí ocurre es que, a la vez, ello supone hacerlo contra otros grupos de hombres, contra otras clases sociales."


8.23.1990

Speculum Speculator. ¿Sociedad Urbana o Capitalismo Urbano? (1990)


Artículo escrito para el número 0 de una revista que intentamos editar desde Extremadura, pero que sólo sobrevivió otros dos números. Y mira que salíamos acompañados de Fernández Durán y Naredo, hoy míticos. Pero no eran tiempos para la poesía... Era una época de mucho trabajo de planeamiento (casi todo él en municipios urbanísticamente conflictivos), y a partir de aquella experiencia y algunas lecturas preparé este texto. 


Fragmento: 
"     De hecho, en estos años se percibe cómo la población, en su conjunto, al par que se lamenta del encarecimiento del precio de las viviendas (y de los créditos para adquirirlas), sigue como loca losdictados de la publicidad, también en este campo, cambiando de casa en muchos casos casi como quien cambia de camisa. Si quisiéramos apuntarnos a las tesis sobre la Nueva Edad· Media que fueron tan populares en los años '70, tendríamos ahora un elemento fácilmente integrable en aquéllas teorías: pues resulta evidente el proceso de feudalización no ya de los trabajadores, sino del conjunto de los ciudadanos, en lo que hace a la vivienda. La Banca, como los reyezuelos del siglo XII, y los agentes financieros como grandes capitanes ennoblecidos con las batallas actuales del dinero negro yla especulación, poseen dominios en los que los agentes económicos independientes y los trabajadores pueden vivir o desarrollar sus actividades económicas mientras sean capaces de pagarel diezmo (pues no otra cosa son los plazos de los créditos hipotecarios: dada la obsolescencia planificada de las actuales construcciones, la propiedad final teórica del inmueble no significanada debida a la perdida de valor de uso en los 20 años transcurridos), y hacer acto de vasallaje (pues no otra cosa es el miedo a los Bancos y sus prácticas, generalizado en nuestra sociedad,y las formas de pleitesía que los ciudadanos deben mostrar cuando se atreven a entrar en esos castillos a pedir algo).(...) 
algunos pensadores entraron a considerar que 'lo urbano' podría ser el paradigma que habría de sustituir a 'lo industrial'. Así, Lefebvre acuñaría un término que en las décadas siguientes habría de tener cierto éxito entre los urbanistas 'de izquierdas' (lógicamente, como yacasi no quedan urbanistas 'de izquierdas', el término ha caído en desuso): la sociedad urbana. Para Lefebvre, al igual que la sociedad agraria había estado fundamentada sobre la producción de alimentos, y la sociedad industrial sobre la fabricación de productos manufacturados, la sociedad urbana descansaría sobre la producción de la propia ciudad, del espacio(...) 
Lo que nos importa recuperar aquí, de estos veinte o treinta años de reflexión y análisis (en realidad, parece que viviésemos hoy día no el final de la Historia, pero sí el final de la historia del Pensamiento), son dos o tres elementos que nos permitan construir una alternativa a losproblemas que, nuevamente, plantea la ciudad. Especialmente en lo que hace al problema de la especulación del suelo. 
LA PRODUCCIÓN DE ESPACIO, NUEVO SECTOR PUNTAEn primer lugar, que la producción de ciudad ha adquirido notable importancia, hasta convertirse en un sector clave de la maquinaria productiva en los países de economía capitalista; ya no se genera ciudad como consecuencia 'natural' de la concentración de personas yrelaciones en un punto geográfico, sino que se produce una mercancía para introducirla eh los canales de distribución, con el fin de obtener beneficio por ello y con independencia de la necesidad objetiva y 'natural' de esa mercancía.Sin embargo, lo urbano se inscribiría aquí como una parte más, o tal vez como la síntesis, de un nuevo sector económico al que podríamos denominar 'los elementos': es decir aquéllos recursos que tradicionalmente quedaban fuera de la distribución capitalista como aire, agua, luz ... espacio. Gorz llegaría a prever el fin de la clase obrera al percibir que la producción no era importante en este nuevo sector fundamental, reduciendo los trabajadores a simplesconsumidores(...) 
el proceso por el que el suelo (ilimitado en términos 'naturales') ha adquirido · valor de cambio, mediante la expropiación social del valor de uso a sus antiguos poseedores. Un valor de cambio curiosamente que, como veremos más adelante, no procede ni de la plusvalía obtenida del trabajo adicionado, ni de su escasez objetiva. Sino simplemente de la especulación. 
LAS NUEVAS FUENTES DEL PODERAsí, el sector inmobiliario (no La Construcción, pues no siempre están ligados, y la construcción sigue funcionando de hecho según esquemas tradicionales propios de la sociedad industrial) se ha instituído en la principal fuente de beneficios, y sobre todo de Poder al convertirse en auténtico sector punta (mucho más allá de la informática, la biotecnología o la energía, en contra de todas las previsiones). Hasta en el más perdido pueblo las mayores fortunas se construyen hoy gracias a la especulación urbana: no proceden ni de la agricultura, ni de la industria, ni aún siempre del comercio, ni siquiera de la propia construcción; y son los especuladores de suelo quienes más influencia tienen cerca del Poder (de ahí que sea en este sector donde más casos de 'tráfico de influencias' llegan a la opinión pública).(...) 
Tal vez sea en este sentido, la especulación urbana, síntoma de las nuevas formas que, en la Tercera Ola, puede tomar el capitalismo. De un lado, el valor de cambio no expresa el trabajo adicionado a la materia prima (aunque mantenga elementos como la renta diferencial); de otra parte, tampoco expresa una escasez objetiva (de hecho, si ello fuese así hubiese bastado la exagerada ampliación de suelo urbano que se ha dado en numerosas ciudades enlos últimos años para acabar con la especulación). 
Sin estos elementos previos, ni siquiera los paradigmas del capitalismo monopolista, tan caros a algunos marxistas escolásticos, sirven con exactitud como explicación. Más bien debemos pensar que se trata de algo nuevo 
UNA TEORÍA DEL VALOR DEL SUELO LLAMADO "URBANO"El suelo sobre el que se levantan y extienden las ciudades no tiene ninguno de los requisitos bajo los cuales un bien adquiere valor de cambio, salvo el que se derivase de su potencial agronómico o minero. Por causas puramente azarosas ese suelo se nomina en un momentodado 'suelo urbano', dotándose entonces de la posibilidad de acumular una plusvalía que se niega al resto de los suelos. Pero esas plusvalías proceden de la adición de trabajo y/o capital a ese bien, que se transmuta en materia prima para un sector productivo (la Construcción).Por ello el suelo 'urbano' tan sólo puede adquirir plusvalía a medida que se le vaya adicionando trabajo o capital. Nunca puede concedérsele en justicia un valor de partida en relación a sus posibilidades finales. Por otro lado ni siquiera es admisible que setrate de un bien escaso, por cuanto en virtud del planeamiento puede 'producirse' suelo urbano a voluntad en otras áreas (de hecho se produce aún sin planeamiento).En realidad, asumir como válida la otorgación de un valor inicial de índole urbanística, en el momento inicial del proceso de producción urbana, debería llevar a otorgar valores 'urbanos' por encima de su valor agronómico, a efectos expropiatorios, a extensas superficiesde suelos netamente rústicos. Así, suelos situados en las coronas periurbanas, susceptibles de convertirse en urbanos a medio o largo plazo, deberían ser dotados siquiera de un valor 'expectame ', por encima de la valoración agronómica utilizada normalmente para suexpropiación. Lo mismo podría décirse de áreas rústicas cercanas a nudos y redes... (....)"



REFERENCIA
Baigorri, A. (1990), "Speculum Speculator. ¿Sociedad Urbana o Capitalismo Urbano? ", ExtremaDuda, Num 0, 00. 17-26
Enlace al texto

4.17.1990

Espacios naturales y ordenación del territorio (1990)

Es una conferencia conferencia pronunciada en la Universidad de Zaragoza en abril de 1990, en el marco de unas Jornadas de Divulgación Ecológica. Una de mis tres únicas intervenciones en Aragón desde que emigré. En ella resumí todo lo que hasta ese momento había reflexionado en torno a la Ordenación del Territorio y la Urbanística.

"La primera parte plantea una introducción a las Ciencias del Territorio, bajo el paradigma de la Síntesis Ecológica. La finalidad principal de este tipo de conocimiento de la realidad física consiste en la ordenación equilibrada del medio físico en
que se desenvuelve la vida del Hombre, en función de las necesidades a corto, medio y
largo plazo de éste como especie histórica. La segunda parte pretende un acercamiento,
desde esta perspectiva, al caso de la comarca natural del Moncayo.
Como las 'Jornadas de divulgación ecológica' van dirigidas a un público compuesto
básicamente de estudiantes universitarios, he incluído mediante notas a pie de página
algunas referencias bibliográficas que les permitan ampliar sus lecturas sobre el tema.
(...)
El Ecologismo, como la Reforma en los siglos XVI y XVII, la Ilustración en el siglo
XVIII, o el Socialismo en los siglos XIX y XX, va a ser el paradigma no ya de este último cuarto de siglo que estamos viviendo, sino sobre todo del siglo XXI. A su vez,
como ha ocurrido con esos otros modelos civilizatorios, el Ecologismo sólo será paradigma de nuevas formas de civilización si, como aquéllos otros, consigue ofrecer una nueva síntesis que contenga, junto a las nuevas perspectivas que ofrece, todo lo que de progreso contienen los paradigmas precedentes. Unicamente en este sentido puede
hablarse de Síntesis Ecológica, y sólo por esta vía pueden superarse las aparentes contradicciones entre Progreso y Medio Ambiente, entre crecimiento económico y Calidad de Vida. No es extraño así que los sociólogos integradores descubran, al analizar las características del nuevo paradigma, "un cierto paralelo con ideas e ideologías políticas del pasado" (1) Por supuesto, estos planteamientos parten de una concepción positiva y dialéctica del progreso humano.
(...)
En realidad, la cita de Reclús que acabamos de leer es la mejor síntesis que nunca haya
leído del objeto de lo que hoy conocemos como Ordenación de Territorio, que en realidad no es mucho. Hablar de O.T. es hablar de conceptos muy diversos, y a veces incluso divergentes, según la perspectiva que tomemos. "Ocurre con ellas, como con otras cuestiones, que su conocimiento es más intuitivo que discursivo, pues se adaptan más a una noción que a una definición" (6). Desgraciadamente está por desarrollar una Ciencia del Territorio, autónoma en su metodología y conceptos, y hasta que tal ciencia haya adquirido carta de naturaleza seguiremos navegando en disquisiciones más o menos interdisciplinarias, o más exactamente en peleas entre disciplinas que se acercan al territorio, a menudo, desde presupuestos y con objetivos diametralmente opuestos. Algún día saldrán de esta misma Universidad los diplomados en Ciencias del Territorio, sea por la rama de Urbanismo, sea por la de Ruralismo (7), o sea por la de Ambientalismo y Paisaje; esperemos que no los llamen 'ingenieros urbanistas', 'ingenieros territoriales', 'ingenieros en sistemas ambientales' o algún otro pretencioso término tecnocrático.
Por ahora, y en tanto construímos esa nueva ciencia, conformémonos en definir de qué
modo se acercan a eso tan vago de la Ordenación Territorial los diversos agentes que de
una u otra forma intervienen en su gestión.
(...)
Vamos a centrarnos en un aspecto de la Ordenación Territorial que nos permita hilvanar, al ir bajando de lo general a lo particular, con la última parte de esta sesión, que
dedicaremos al Moncayo. Hacia 1977 iniciamos una rudimentaria reflexión sobre la
competencia por el uso del suelo, con un análisis sobre el espacio agrario en el Alfoz de
Burgos dentro de los trabajos previos a su Plan Director Territorial; luego he podido
repetir el análisis más a fondo en áreas muy diversas como las ciudades de Alicante,
Puerto de Santa María o Badajoz, la región de La Rioja o el Area Metropolitana de Madrid. Lo que en un principio entendíamos básicamente como un aspecto más de la tradicional oposición campo-ciudad, he venido intuyendo después que se trata de algo más, de una competencia en realidad multifactorial; a medida que he percibido cómo desaparecía la oposición campo-ciudad, al estructurarse el territorio de los países desarrollados en un contínuum crecientemente isomórfo (por encima de las diferencias paisajísticas derivadas de la diversidad bioclimática y geológica) directamente al servicio de la red de ciudades, he venido llegando a la conclusión de que ahora mismo los protagonistas de la competencia no son los campesinos frente a los urbanitas, sino una especie de todos contra todos. Y no hace falta acudir al básico ejemplo de los ecologistas urbanos que compiten, pretendiendo un uso biológico-estético de ciertos suelos caracterizados como 'espacios naturales', con los domingueros (que los desean para un uso recreativoresidencial), las grandes corporaciones industriales (que los precisan para instalar sus plantas de producción) o el Estado (que en ocasiones los precisa para situar sobre ellos grandes infraestructuras). Hay otras muchas competencias, que se dan dentro incluso de lo que podríamos llamar el bloque histórico productivista: los promotores inmobiliarios y turísticos compiten por ejemplo con las grandes factorías potencialmente contaminantes; unos y otros con las explotaciones mineras; los propios usos infraestructurales, dirigidos funcionalmente en beneficio de la maquinaria productiva, pueden hallarse en competencia con otros usos productivos agrarios, industriales o inmobiliarios. En cualquier caso, estas competencias no debemos olvidar que se dan en el marco de un sistema económico determinado, el capitalismo.
(...)
La primera consideración que hay que hacer cuando nos acercamos al Moncayo desde
las Ciencias del Territorio, la Ordenación Territorial o como lo queramos llamar, es que
constituye la mayor altura y la mayor masa frondosa que en un radio de 100 kms pueden encontrar al menos un millón de habitantes del área metropolitana del Ebro, entre
Zaragoza y Alfaro. De éstos, al menos 500.000 tienen una necesidad real de disponer de
un espacio como este para relajarse del estréss urbano. En este sentido, el Moncayo debe ser considerado como un parque metropolitano. Lógicamente aquí tenemos un primer punto de competencia por el uso del suelo: las grandes ciudades del valle lo necesitan para el ocio, mientras que los pequeños pueblos de la zona lo necesitan para seguir desarrollando su agricultura, su ganadería, su caza, su explotación forestal, como siempre lo han venido haciendo. Y, por esas contradicciones de las sociedades modernas, nos encontramos con que en términos democráticos no pueden prevalecer, sin más, los intereses de 1.200 almas que debe haber en la comarca, sobre el millón del área metropolitana"


Ref.
Baigorri, A. (1990), 'Espacios naturales y ordenación del territorio', Conferencia en la Universidad de Zaragoza
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