"Ningún pueblo puede renunciar a sus comunales, que en otras épocas han sido defendidos con sangre y han salvado a la pobla ción del hambre. Ningún Ayuntamiento puede tener fuerza moral para desprenderse de unos bienes que son de todos, producto de conquistas históricas, y que han sobrevivido al feudalismo, las desamortizaciones y la rapiña de los caciques. Y ninguna genera ción puede disponer alegremente de esos recursos históricos que pertenecen a las generaciones presentes, pasadas y futuras.
De modo que ni siquiera puede admitirse, desde esta perspec tiva comunalista, la idea que circula en ciertos ámbitos sobre la posibilidad de hacer un referéndum para que decidan los vecinos; porque en este tema los vecinos de 1982 no pueden decidir por los de 1999.
En estos tiempos de sociedad de consumo, competitiva y alienante, la mayoría de los vecinos pueden llegar a pensar que es mejor vender y sacar dinero a corto plazo. Pero ¿qué opinarán sus nietos cuando los 1.500 millones que a lo máximo puede obte ner Tauste por la venta se hayan volatilizado -lo que ocurriría, al ritmo presupuestario e inversionista de Tauste en el plazo de diez años- y les digan que no hay tampoco tierra para hacer lotes cultivables?. (...)"
Referencia:
Baigorri, A. (1982), "Los comunales y la independencia municipal", El Día de Aragón, 25/7/1982, pag. 3
Baigorri, A. (1982), "Defender los comunales a cualquier precio", El Día de Aragón, 27/7/1982, pag. 3
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