9.09.1977

Subsistir en libertad (1977)






Una versión un poco más amplia del artículo que publiqué el mismo año 1977 en el número 26 de Ajoblanco (y que creo he extraviado en papel, así que si alguien me lo pasa escaneado, gracias anticipadas)

"Las Comunidades libres, las comunas, o como se las quiera llamar, van generalizándose por todo lo largo y ancho de esta reprimida piel de toro.Hijos de la burguesía que se deciden por una vida intensa en contacto con la naturaleza, jóvenes proletarios a los que no les va el rollo de «a las 9 a la oficina», cultos, incultos, pasotas, jóvenes agricultores, viejos profesores universitarios, muchachas agobiadas por la represión familiar, todos emporrados van peregrinando por ahí en busca de unas tierras, las más de las veces marginales, donde les permitan instalarse para vivir su vida sin demasiadas complicaciones.Uno de esos grupos llegó hace unos meses a Caspe, donde la familia de unos de sus miembros tenía propiedades, después de recorrer varios puntos de la costa del Mediterráneo y de Aragón en busca de tierra barata.(...)"

Referencia:
Baigorri, A. (1977), "Subsistir en Libertad", Andalán, Num 129, 2 al 9 de septiembre de 1977, pag. 14

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5.05.1977

¿Un Seveso en el Ebro? (1977)

Con datos suministrados por Mario Gaviria, preparé con José Luis Fandos (que ya era redactor fijo en Andalán, aunque la mayor parte del trabajo lo hice yo) esta reportaje-denuncia, que alertó sobre un riesgo bastante serio. Más adelante prepararía otro trabajo sobre el tema con Gaviria, para la misma revista.










 

Referencia:
Fandos, J.L., Baigorri, A: (1977). "¿Un Seveso en el Ebro?". Andalán. 112:20

5.01.1977

¿Quién defiende a los jornaleros? (1977)


"   La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), el sindicato unitario de los ·campesinos aragoneses, está en marcha, en plena marcha. En los pueblos se sucede la creación de las distintas Juntas Locales. La afiliación de militantes parece ir viento en popa. De ser un grupo de curas y técnicos agrícolas encuadrados o simpatizantes de partidos comunistas, en poco más de un año ha pasado a convertirse en EL sindicato campesino. Por primera vez en muchos años, los agricultores poseen un instrumento de presión para hacer valer sus derechos económicos y sociales.De una vez por todas, y habrá que demostrarlo efectivamente, el campesinado cuenta con una importante arma en su lucha contra los monopolios, sus aliados los intermediarios, y el propio Estado burocrático. Pero su batalla, si quiere ser efectiva, debe englobarse dentro de una estrategia general de las clases explotadas por su liberación. Lo que implica tener unos aliados muy determinados,las clases trabajadores, y unos enemigos también concretos: todos cuantos de una forma u otra viven del producto del trabajo ajeno. Conviene recordarlo. El aliado natural por excelencia del "labrador» es el jornalero, doblemente explotado como asalariado y como pequeño productor. Pero nos encontramos con que, por su nacimiento, su programa y su praxis, la UAGA se ha constituido como un sindicato de «labradores», de agricultores propietarios. A pesar de que, en teoría, según se desprende del programa, "todo aquel que trabaje la tierra directamente y físicamente" tiene cabida en el sindicato, ninguno de los puntos reivindicativos expuestos en sucesivas asambleas afecta de forma directa a los 14.000 jornaleros que hay en nuestra región, y que, como se ha repetido hasta la saciedad con muy diversas intenciones, no participaron en la pasada huelga de los tractores porque no tienen tractor. "

REFERENCIA:
Baigorri, A. (1977), "¿Quién defiende a los jornaleros?", Esfuerzo Común, Num. 253, p. 7
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4.15.1977

Ecología: la izquierda y el desastre ecológico (1977)


Artículo (en realidad, artículos, pues en el mismo número incluía tres, casi un tercio de la revista) publicado en la revista Esfuerzo Común. En realidad el artículo es un clon de otro que ya había salido publicado, o iba a salir, en Alfalfa, pero los editores de Esfuerzo Común se empeñaron en que hiciera una versión porque eran públicos distintos (y lo eran). El segundo que aparece es un comentario sobre el control de los medios de comunicación profesionales agrarios, controlados por el aparato de estado y su influencia en un marco pre-electoral. El tercero forma parte de una serie sobre la izquierda ante la cuestión agraria, que aparece en otro post completa.


"  En varias ciudades (francesas) en donde el movimiento ecologista tenía fuerza, la izquierda ha perdido las elecciones frente a los gaullistas por muy escaso margen de diferencia.Un análisis extremadamente simplista de esos hechos podría llevarnos fácilmente a la conclusión errónea de que, "por culpa de" los ecologistas, la izquierda no ha vencido de forma completa en las elecciones de nuestros vecinos franceses. Pero sí que podemos achacar a los ecologistas varios "pecados" que pudieran refetirse aquí. Y, en cualquier caso, sí que podemos achacar a la izquierda el grave pecado de ignorar a los ecologistas.Por encima de cualesquiera otras consideraciones, Enzensberger ha sintetizado una hipótesis central: las sociedades industrializadas de la Tierra engendran contradicciones ecológicas que en un plazo no lejano conducirán a su destrucción. Y hablar de Sociedad Industrial es hoy hablar de sistema capitalista, entendiendo el capitalismo no como sistema de propiedad, sino como modo de producción, como sistema de relaciones entre los hombres, ya sean individuos privados o el Estado los propietarios de los medios de producción. Así puede decirse que el desastre ecológico va implícito en el propio capitalismo; y la simple expropiación de los capitalistas no hace desaparecer la amenaza del desastre. Sólo la destrucción del capitalismo como sistema de relaciones de producción, como sistema de valores; sólo una total subversión de las relaciones entre los hombres y entre estos y las cosas; una superación del trabajo asalariado, en cualquiera de sus formas, de la alienación, de la separación entre productor y producto, del fetichismo de la mercancía (...). El desarrollo de las fuerzas productivas en la URSS es muy semejante al de los países occidentales, y como en éstos, a partir de cierto momento las fuerzas productivas se manifiestan como fuerzas destructivas (...)Hemos de convenir que la batalla ecológica será pues parte de la gran batalla entre las clases sociales. La degradación del planeta que se opera por la acción del capitalismo no la sufren las clases explotadoras, al menos a corto plazo, porque siempre conservan para sí cotos de tierra virgen. Sí que la sufre, yya hace tiempo, la clase explotada. Estas clases trabajadoras deben entender pues, como parte de su concienciación, que la lucha de clases lleva implícita la lucha por una sociedad "limpia".(...)
Si creemos en la validez de la hipótesis ecologista, sólo veremos dos caminos, que vienen a ser confluyentes: la izquierda no podrá pretender representar los intereses de las clases trabajadoras si no se define sobre los problemasecológicos, o si de su definición se desprende que no va a ir más allá de donde irían los políticos burgueses. Ello por un lado. Por el otro, si el movimiento ecologista pretende ser algo más que un hijo pequeño burgués de la mala conciencia del capitalismo que, como los movimientos hippie, beatnik o contracultural, acabe siendo "reconvertido" por el sistema cuando resulte peligroso, ha de comprometerse de lleno en la lucha política al lado de los trabajadores. practicando la critica interna, pero no la externa, que entorpecería el movimiento socialista y contundiría dividiéndolas a las clases trabajadoras.Ante la situación actual tan sólo caben dos posibilidades, totalmente excluyentes y sin términos medios posibles: "Socialismo o barbarie"



REFERENCIAS:
Baigorri, A. (1977), "Ecología política y lucha de clases: la izquierda y el desastre ecológico", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 3-4

Baigorri, A. (1977), "El búnker controla los medios de comunicación agrarios", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 10-11

Baigorri, A. (1977), "Partidos y políticos ante la cuestión agraria. III. Las Derechas", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 12-13

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