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5.27.1987

De lo que hay, y de lo que se podría (1987)


Este documento recoge los dos libritos que el desaparecido periódico EL DÍA de ARAGÓN editó en 1987, dentro de su colección de promoción de la lectura “Pensamiento y Cultura”. Los librillos (más bien panfletos, pues cada uno de ellos tenía apenas 60 páginas), en los que se recogían los artículos de opinión que publiqué en ese periódico entre 1982 y 1986. A ellos les pareció interesante publicar aquello, y a mí, que acababa de instalarme en Extremadura, me sirvió para mantener durante algo más de tiempo mi conexión ‘virtual’ con la que hace ya muchos años considero mi ex-tierra. En varios de los artículos incluí en el libro addendas, o bien comentando su impacto, o hechos posteriores relacionados.

La temática es muy diversa: medio ambiente, regionalismo, luchas por el agua, conflictos sociales, nacionalismo, identidad, cambio social, educación, etc.

Aún duró un poco más esa conexión virtual, y por eso he añadido como anexo algunos de los pocos artículos publicados en EL DÍA después de 1986 relacionados con Aragón.






Del Epílogo, del poeta y novelista (y obviamente amigo, Angel Delgado)

"Si yo fuese director general de Educación de Aragón -o de la ONU, mejor- pondría este libro (y otros' trabajos de Artemio, Gaviria, Silber, Borao, Labordeta, Guarc, Lucía, etc.) como área -ahora se dice así, creo-- obligatoria. La llamaríamos «Preparando un mundo más feliz», así de simple y dificil. Mientras llego, a ver qué consejero se atreve a empezar por alguna escuela de barrio o universidadpopular. ¿...ve usted, amigo lector?, Artemio crea sueños. Y el sueño es un radical, porque es libre, y como no tiene miedos ve que pueden ganarse todas las batallas. Habrá que decirle que no sea tan libre, porque encima de volvemos locos de tanto hacemos pensar, no podemos etiquetarlo ni criticarlo (acaso metemos la pata), y además nos da envidia. ¿O a lo mejor hay que darle las gracias, por esto...? Quizás es también un poco duro. Puede ser influencia del cierzo o de la boira. O de la soledad.Artemio Baigorri pertenece a los llamados (entre 1970-80) «ideólogos de la libertad », o «sociólogos de la base, los currantes y los militantes». Se hizo en la «Ebro's University» y perfeccionó técnicas en la «People's Luchas School».Enlazaría con los distintos movimientos o escuelas -machacadas a través de los siglos- de utópicos que harían suya aquella frase de Hegel: «la historia es el desarrollo de la idea de libertad». El quitaría lo de «idea». Debido a esta trayectoria, frente a los tecnócratas de poco ha que nos imponían la siesta o el «échate a dormir», o frente a los burócratas actuales que nos proponen la modorra, A. Baigorri termina siempre, aunque él no lo pretenda, sugiriéndonos la utopía, el sueño realizable y concreto. ¿Lo hacemos...?"
Referencia:
Baigorri, A. (1987), De lo que hay (y lo que se podría). Artículos 1982-1986, Tomos 1 y 2, Ediciones del Valle, Zaragoza

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11.10.1981

La eficiencia energética de los cultivos (1981)


El proyecto "Navarra, Energía", encargado Jesús Bueno Asín, diputado foral de Industria a la consultora TAINA y dirigido por Mario Gaviria y Juanjo Aguas (que era quien tenía que controlar el desmadre administrativo y organizativo del equipo), fue tal vez el primer intento de análisis social de los problemas energéticos y concretamente de Plan Energético sostenible (entonces hablábamos más bien de ecodesarrollo), cuando esas cosas sonaban a chino en España exceptuando los trabajos parciales de Naredo y poco más. Quizás por eso el enorme tocho fue inmediatamente metido en un cajón por el gran cacique Jaime Ignacio del Burgo. Sin embargo, la influencia de aquel estudio estoy seguro de que fue enorme en los años siguientes. Yo trabajé con Maxi Beperet en el sector primario, y generé dos documentos. El que se recoge aquí basado en un análisis de cultivos, para el que Beperet, como técnico agrónomo, aportó los datos de partida, y una propuesta de Plan de Transformación en Regadíos "Pre-ecológica", pendiente de escanear, que incluía avanzadas ideas. 

"En la primera fase del estudio advertíamos de la necesidad de proceder a análisis sectoriales como la mejor forma de profundizar en las dificultades que las nuevas metodologías de investigación energética presentan. Con el paso del tiempo y la profundización de nuestros trabajos hemos podido observar cómo nuestro propio Balance (según ya advertíamos, de hecho, en los apartados dedicados a metodología), que pretendía utilizar y mejorar metodologías tímiadamente puestas en marcha en otros lugares, adolece de numerosos errores de interpretación, que de alguna manera pretendemos superar en este (...)Los análisis energéticos hay que hacerlos con sumo tacto. El boom que la "perspectiva energética" ha supuesto en los últimos años, a raíz sobre todo de los sucesivos aumentos del precio de la energía derivada del petróleo (y por contagio de todo tipo de energías) ha provocado multitud de aproximaciones al problema. Pero ni existía una tradición científica de preocupación por el tema ni existen por tanto elementos  de base suficientes. La Energética, como ciencia social (y no en los aspectos tecnológicos del asunto) se está haciendo, poco a poco, en cada uno de los intentos de análisis que día a día vamos haciendo en distintos países.Lo novedoso de la cuestión inclina, sin embargo, a sobrevalorar su importancia más allá de la mucha que ya tiene, lo que hace escorar muchos análisis y conclusiones. La falta de documentación es ostentosa; la unificación de criterios brilla por su ausencia, y terminamos por encontrarnos para cada cuestión con decenas de interpretaciones divergentes, índices de conversión energética distintos, balances, en fin, dispares. Deben tomarse con suma precaución todo tipo de análisis por ahora, incluidos por supuesto los nuestros.Pero lo más importante es que no sobrevaloremos el tema energético. Pues, tal y como durante años se ha caído (y se sigue cayendo) en un estéril economicismo que ignoraba cualquier otro elemento no cuantificable y medible en términos monetarios, también ahora podemos caer en una especie de "energetismo" que nos conduzca a despreciar cuestiones sociales, culturales o aún económicas. Es el error en que están cayendo no pocos investigadores, el de despreciar cuantos elementos no son medibles en kilocalorías.En resumidas cuentas, no se pueden condenar alegremento productos, sistemas de producción, instrumentos de trabajo, en aras de la eficiencia energética, tal y como en otros tiempos (y aún hoy en numerosas áreas de investigación y Poder) se hacía en aras  de la eficiencia y la rentabilidad económicas. El análisis energético es un complemento que puede sernos de gran utilidad para racionalizar nuestro modo de alimentarnos, vestirnos, movernos o divvertirnos, en suma de vivir. Pero, como les ocurre a tantos economistas con el dinero, corremos el riesgo de olvidarnos de que lo importante no es la energía en sí, sino el hombre. Confundiendo nuevamente los medios con los fines, la absoluta racionalidad energética puede conducir a una dictadura de la kilocaloría no menos peligrosa que la del dólar .Sobre este tema podemos ver numerosos ejemplos a lo largo de los distintos capítulos de esta segunda entrega de análisis agrarios. Así, veremos aquí, al estudiar la eficiencia de los cultivos, cómo determinados cultivos, que teóricamente podrían ser "condenados" por su baja eficiencia energética, deben mantenerse a pesar de ser deficitarios por cuestiones culturales, nutritivas, sociales y económicas. Es el caso especialmente de las hortalizas que, a pesar de su paradigmático pimiento precisa de 2 Kcal para producir una sola, es base de la dieta placentera de la población navarra (espárragos, pimientos, tomates, lechugas...); tiene un alto contenido en vitaminas que no hallamos en otros alimentos más eficientes energéticamente; es socialmente interesante porque genera muchos más jornales que otros cultivos; y por fin económicamente es mucho más satisfactorio para las economías familiares de los agricultores.Y veremos más adelante, al desarrollar nuestra propuesta de nuevos regadíos de tipo "pre-ecológico" (hemos "inventado" esta palabra porque creemos que define perfectamente, según se verá en su momento, el conjunto) cómo no es lo más importante (aunque no deje de tener su importancia) el intentar rebajar los inputs energéticos de los cultivos, en tanto siempre los descensos en inputs provocarán también menores rendimientos, no deseables a largo plazo. Por el contrario, el objetivo más importante a perseguir es que los inputs energéticos procedan de energías renovables y, a ser posible, generadas en el propio sistema agropecuario. Y, sobre todo, que el tipo de inputs empleados no tengan una influencia negativa en la composición y calidad de las tierras, como ocurre hoy.En suma, teniendo en cuenta que la agricultura es todavía, afortunadamente, un sector de bajo consumo energético en relación a los beneficios sociales y económicos que produce, el objetivo no es tanto reducir ese consumo (objetivo que sí debe ser prioritario en el resto de los sectores económicos) como tender a la autosuficiencia más completa posible   "
[estos planteamientos eran en realidad una crítica de los de José Manuel Naredo, asesor del equipo; no le gustó nada mi rebeldía epistemológica, que ya le había incomodado años atrás bastante en el informe "Extremadura Saqueada"]

REFERENCIA:
Baigorri, A. (1981), "La eficiencia energética de los principales cultivos de la agricultura navarra", en J.J.Aguas y M.Gaviria, dirs., Navarra, energía, TAINA, Diputación Foral de Navarra, inédito. 
Enlace al texto (por el mal estado del original, no he conseguido un OCR eficaz)

10.11.1981

Propuesta de Regadío Ecológico de 100.000 Has en Navarra (1981)

El proyecto "Navarra, Energía", encargado Jesús Bueno Asín, diputado foral de Industria a la consultora TAINA y dirigido por Mario Gaviria y Juanjo Aguas (que era quien tenía que controlar el desmadre administrativo y organizativo del equipo), fue tal vez el primer intento de análisis social de los problemas energéticos y concretamente de Plan Energético sostenible (entonces hablábamos más bien de ecodesarrollo), cuando esas cosas sonaban a chino en España exceptuando los trabajos parciales (muy parciales en otro sentido) de Naredo y poco más. Quizás por eso el enorme tocho fue inmediatamente metido en un cajón por el gran cacique Jaime Ignacio del Burgo padre. Sin embargo, la influencia de aquel estudio estoy seguro de que fue enorme en los años siguientes. Yo trabajé con Maxi Beperet en el sector primario, y generé dos documentos. El que se recoge aquí basado en un análisis de cultivos, para el que Beperet, como técnico agrónomo, aportó los datos de partida, y una propuesta de Plan de Transformación en Regadíos "Pre-ecológica", que incluía ideas bastante avanzadas para la época, y para el que Maxi también me ayudó tanto con muchos de los cálculos, como pasando a dibujo lineal limpio mis bosquejos de esquemas. Hoy, sin embargo, sería anatematizado por el nuevo ecologismo, en el que finalmente han vencido los "pajareros" (en la terminología de los '70) frente a los "ecolos", que odia el regadío.

Ideas entonces avanzadas como la generación de energía con biodigestores, agricultura ecológica, cultivos energéticos...se han ido haciendo realidad (en otros sitios). Algunas apenas se empiezan a poner en marcha hoy. Y hombre, no es el modelo de los Meadows en el MIT, pero para trabajar a boli, no construimos una maña simulación.

El único material que tengo es el borrador del informe, todo marcado para la elaboración del documento de síntesis, del que yo no conservo copia.  Así que está un poco enmarañado. 






Aviso de que el OCR no trabaja muy allá con las viejas tipografías de máquina de escribir.

Como citar

Artemio Baigorri y Maxi Beperet, "Propuesta de regadío ecológico para Navarra", en Inventario de loa Recursos de Navarra. Plan de Gestión Energética, Consultora TAINA/Diputación Foral de Navarra, 1981    ENlace 

 

4.20.1981

Los años 80 en España: Medios naturales o recursos económicos (1981)


Notas para la conferencia en un Ateneo de Valencia, dentro de un ciclo de prospectiva sobre los años 80 en España. Aquellas conferencias que no se cobraban; me llevó un par de semanas prepararla, pero el viaje valió la pena: me sirvió para conocer Valencia, visitar a los amigos de Bicicleta y pasar un par de días estupendos coincidiendo con Las Fallas. La fotografía será de Mercedes Arancibia o de Antonio Albiñana.



"Habría que saber si se va a mantener (que yo creo que sí) el actual esquema de expolio de los recursos de unos territorios por otros dentro de la propia Península, si se va a seguir succionando recursos de territorios previamente desertizados (al extraerles el primer recursos natural de utilidad, que es el Hombre, llamado por los mercaderes fuerza de trabajo o mano de obra) para concentrarlos y consumirlos en esas seudomegalópolis carpetovetónicas que tenemos en este país (...) o bien si se va a cambiar de actitud y se va a plantear el aprovechamiento controlado de recursos en sus propios territorios de origen. (...)
Si se va a dar por fin a los recursos la categoría de recursos naturales, en su mayor parte no renovables, en función de los cuales debemos estructurar nuestro modo de vida (...) o se van a seguir viendo con mentalidad de gerente de pequeña y mediana empresa, como medios económicos con los que se pueden conseguir beneficios aún a costa de destruirlos. (...)
Volviendo al título genérico de la semana, lo del Estado Español en los '80, yo no veo sino que el Esado Español mantendrá su papel de potencia subimperialista, dependiente económica y políticamente de las grandes potencias imperialistas occidentales, y en lo que se refiere a las materias primas, del Tercer Mundo (...). Seguiremos siendo un gigante con pies de barro. Pues a la vez que somos la décima potencia industrial del mundo, no tenemos recursos ni medios para mantener esa potencia, porque está basada en sectores obsoletos que dependen sobre todo de una energía que no tenemos y de unas materias primas e incluso tecnologías que tampoco (...)
La hidroelectricidad se seguirá abandonando, porque es la mejor forma de justificar las nucleares (se podría producir más del doble de lo que se produce hoy, regulando los ríos y con pequeñas centrales bulbo). Y de nuevas energías ni habar, como no sea las chapucillas caseras, agua caliente para chalets. (...)
Respecto de la agricultura, quieren entrar en el mercado común y el problema es que producimos algunas cosas demasiado baratas. Nosotros decimos: hágase cultivo biológico de todo eso, saldrán más caras y más sanas y las admitirán en Europa. Pero no, prefieren seguir metiendo abonos sintéticos y agotando recursos: las potasas, los fosfatos que hay que traerlos del Sahara, los nitrogenados que salen del gas natural y el petróleo... (...)
Les preocupa la dependencia exterior, la balanza de pagos, pero no hacen regadíos (que es la forma más ecológica de absorber el paro) para producir los 500.000 millones que nos cuesta el maíz y la soja americanos (...)
Se sigue pensando en la basura con la mentalidad desarrollista de que es lo que sobra, lo que se tira. Nosotros creíamos que los gobiernos municipales progresistas cambiarían de actitud, pero.... (...). En distintos municipios hemos propuesto cambiar el planteamiento. Hoy se desaprovecha, cuesta dinero y contamina, pero se convierte en un recurso mediante recogida selectiva, recuperando papel, metales, vidrio y plásticos, y produciendo compost (...).
En el fondo lo que pasa es que no hay una crisis de verdad (...). Pero vendrá esa crisis, no económica sino ecológica y social, porque la máquina tiene que seguir tirando y esto tiene unos límites reales" 


REFERENCIA:
Baigorri, A. (1981), Medios naturales o recursos económicos en la España de los '80, Notas de la conferencia en el Ateneo, Valencia
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