3.25.2004

The Cultural Percolation of the Third Sector by Market (2004)

 


Este artículo es casi en su totalidad obra de Pepe López Rey. Casi. Mi única aportación está en los párrafos que pego a continuación, en los que desarrollo el concepto de percolación cultural, que al menos entonces no existía. Pepe llevaba años con la tesis doctoral, que le dirigía  el catedrático de su alma mater y a donde finalmente ha vuelto ya como profesor titular, José Luis Veira Veira, empantanada. Las clases, el traslado, la construcción del nido, los proyectos nuestros a los que se había incoporado, todo ayudaba, pero se quejaba de que le faltaba orientación clara, una idea motriz, un.... A veces me daba la sensación de que me sugería una codirección (¿me equivoco?), pero siempre rechacé esa idea, consciente de que debía cuidar a quienes luego le tenían que abrir la puerta de vuelta a  su universidad como profesor. Pero hablábamos de ello continuamente, como también hablaba con Leonor Gómez, que había trabajado la Cultura de la Empresa y fiel seguidora de Donati. Y un día, tras una clase en la que había hablado de cambio social y cultura de la empresa, estaba yo leyendo un artículo sobre contaminación de tierras agrícolas y hubo como un click. Llamé a Pepe para decirle que tenía una idea que podía darle gasolina a la tesis. Al día siguiente se lo conté, tomando un café con el resto de compañeros del área de Sociología, y además de hacerme los aspavientos cariñosos que hace, me pidió que "eso, por escrito". Así que preparé unas notas. Aquí están recogidas. Y vaya, tuvo más o menos peso, pero a partir de ahí tris tras tris tras Pepiño acabó la tesis. Pero no se atrevió (me dolió un poco, ya lo sabe) a incorporar el concepto en el título del libro que le publicó el CIS, y tampoco detalla en el propio libro el origen del concepto (eso ya me dolió más, pero a Pepe se le perdona todo, y supongo que se debía a su director de tesis). En cualquier caso, aquí quedó registrado. Habíamos llevado una comunicación al congreso de la ESA, y de ahí surgió la posibilidad de publicarla en la revista.

"We believe that there is a cultural break through of the business-like philosophy in the organizations of the Third Sector, in particular in the Nongovernmental Organizations for Development (NGOD). But we prefer the concept of cultural percolation to refer to this process. Breakthrough (or to soak, or to penetrate) means the introduction of a body in other by its pores, therefore it would serve to describe the phenomenon a priori.

The percolation is a geophysical term used especially in Agronomy. Literally, it means the filtration of liquids through ground by action of gravity to the deepest caps of the soil. This concept is substantially

similar to breakthrough (to penetrate, to soak, etc.), but percolation is more precised term because it referres to a process (with causes and effects) and results more accurate.

Moving the geophysical terminology to the sociological field, the cultural percolation would be the process by which the institutional logic of the Market is spread through out the Third Sector, as well as water filtration occurs by gravity. The social phenomenon is unavoidable because the capitalist system is the dominant social order. Culture in a capitalist system is a functional element for the conservation of system (Offe 1984, 82). That is to say, the mercantile logic invades social spaces (like family or public sector) in which other different type of values should be the dominant ones. Thus, reinforcing the legitimacy of capitalism.

Capitalist culture soaks slowly. It begins with the most superficial layers and it deepens slowly."

En la nota original


Hay una ruptura cultural de la filosofía empresarial en las organizaciones del Tercer Sector, en particular en las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD), pero preferimos el concepto de percolación cultural para nombrar este proceso. Percolar (o empapar, penetrar, etc.) significa la introducción de un cuerpo en otro por sus poros, por lo que serviría para describir el fenómeno a priori.

La percolación es un término geofísico utilizado en Agronomía. Literalmente, significa la filtración de líquidos a través del suelo por acción de la gravedad hasta las capas más profundas del suelo. Este concepto podríamos asimilarlo al de avance (penetrar, empapar, etc.), pero percolación es un término mucho más preciso sociológicamente, porque se refiere a un proceso (con causas y efectos) y resultados más precisos.

Moviendo la terminología geofísica al campo sociológico, la percolación cultural sería el proceso por el cual la lógica institucional del Mercado se difunde por el Tercer Sector, así como la filtración del agua se produce por gravedad. El fenómeno social es inevitable porque el sistema capitalista es el orden social dominante. La cultura en un sistema capitalista es un elemento funcional para la conservación del sistema (Offe 1984, 82). Es decir, la lógica mercantil invade espacios sociales (como la familia o el sector público) en los que otros tipos de valores podrían ser los dominantes. Reforzando así la legitimidad del capitalismo.

Por supuesto es un proceso lento, no se produce de la noche a la mañana. La cultura capitalista se absorbe lentamente, empezando por las capas más superficiales, y va profundizando poco a poco más y más ámbitos.


Ahora ya se utiliza, como suele ser habitual en la literatrura "internacional", sin citar la fuente cuando ésta no es anglosajona. El colonialismo extractivista sigue plenamente vigente en el ámbito del Conocimiento, por supuesto que ahora por culpa de los propios colonizados. Una tal Annie Tubadji y Peter Nijkamp directamente se trasiegan, textualmente, nuestra definición, aquí y aquí, sin ningún pudor. Osea, plagian. La tal Anni Tubadji es de la Universidad de Bolonia, es decir de una universidad italiana. La revista en la que publicamos el artículo, Il Dubbio, era entonces una de las pocas revistas italianas de Ciencias Sociales con proyección internacional. Osea que sí, todo hace pensar que lo leyeron en nuestro artículo, y como la revista desapareció y no es posible encontrarla en Intrenet, a partir de 2015 empezaron a utilizarlo como propio, viendo que no aparecían más artículos sobre el tema. Los muy pillos no contaban con mi repositorio.

En realidad tuvo la culpa Pepe, que aunque le salvó la tesis doctoral y sobre esa base desarrolló luego varios artículos más amplios, y el libro con la tesis doctoral, dudaba de la fortaleza del innovador concepto. Además, la base teórica de su tesis descansaba en la Teoría Relacional de Donati ¿Ves qué equivocado estabas, Pepe? Tenías que haber metido la percolzación en los títulos de todos los trabajos subsiguientes, y ahora serías el mayor experto mundial en Cultural Percolation. Bueno, es igual, ahí está el concepto. Está bien, lo han desarrollado operativamente en el campo de la Economía. Pero coñe, ¡un poco de honestidad!


Referencia

Baigorri, A., López, J.A., Fernández, R. (2004), "The Cultural Percolation of the Third Sector by Market", IL DUBBIO, Year V, Num 1, pp. 143-146

Enlace


3.03.2004

El botellón. Glocalizando un conflicto postmoderno (2004)

Parte de una comunicación presentada en el VIII Congreso Español de Sociología, celebrado en Alicante. Anton Alvarez Sousa preparó una publicación con las comunicaciones presentadas.

"Tradicionalmente, muchas formas de ocio popular han supuesto problemas de orden público. No obstante y de manera paulatina, estas formas se fueron institucionalizando y reglamentado en las sociedades industriales avanzadas de manera que a finales del s.XX, y salvo en determinados espectáculos deportivos, el ocio no se podía considerar conflictivo. Pero a finales de 2001 los medios de comunicación nos impactaron con imágenes a las que estábamos desacostumbrados: las fuerzas de orden ocupando calles y plazas e impidiendo a determinados ciudadanos (jóvenes) su disfrute. El siglo XXI comenzaba con una forma de ocio que era, de nuevo, conflictiva.

Este trabajo presenta los resultados de una investigación empírica realizada entre 2001 y 2003 sobre el botellón. Definimos este fenómeno sociológico como la reunión masiva de jóvenes de entre 16 y 24 años fundamentalmente, en espacios abiertos de libre acceso, para combinar y beber la bebida que han adquirido previamente en comercios, escuchar música y hablar.

Pese a que en no pocas ciudades se atribuyen la paternidad del fenómeno, pese a que algunos políticos dan a entender que se puede circunscribir el problema a otras regiones y no a la suya, el botellón está presente en todo el territorio español, pues no es sino una expresión local de las tendencias globales en lo que al ocio nocturno se refiere. Asimismo, el conflicto social desencadenado en torno al botellón constituye un ejemplo paradigmático de conflicto postmoderno, por cuanto se inscribe de lleno en el ámbito del consumo.

En esta comunicación se repasan las bases teóricas del ocio nocturno desde el advenimiento de la llamada Sociedad del Ocio, manejando el concepto de Urbe Global como modelo explicativo de la confluencia de estilos de vida y de ocio en la sociedad actual. En el marco de la globalización, el botellón es una expresión que glocaliza las tendencias de ocio nocturno, por cuanto el trinomio jóvenes, noche y alcohol está presente en todas las pautas de ocio nocturno en las sociedades avanzadas. Los efectos negativos de esta manifestación se abordan desde el análisis de las dimensiones cuantitativa y cualitativa del conflicto.  (...)"


Referencia

Baigorri, A., Chaves, M., Fernández, R., López, J.A. (2004). "El botellón. glocalizando un conflicto postmoderno", en A. Alvarez-Sousa, Turismo, ocio y deporte, Universidad de A Coruña, 2004, ISBN 84-9749-121-1, págs. 111-130

Acceso al texto

12.30.2003

Subsidio agrario y mercado de trabajo en Extremadura (2003)

el campo andaluz y extremeño: la proteccion social agraria-jose manuel cansino muñoz-repiso-9788481881875


Este texto es un resumen, con datos actualizados a la fecha, del libro sobre el Paro Agrario, preparado para una conferencia impartida en Sevilla dentro de un master, en 2002. Los trabajos se recopilaron luego en un libro, coordinado por José M. Cansino y publicado por el Consejo Económico y Social de España




Referencia:
BAIGORRI, A. (2003) «Subsidio agrario y mercado de trabajo en Extremadura» en Cansino, J.M (dir.) (2003) «El campo andaluz y extremeño: La protección social agraria» Consejo Económico y Social (CES).

Enlace al texto completo


12.09.2003

AVE: sueños, mitos y realidades (2003)




"Disipada la espuma de los días queda lo gris y cotidiano. Tras grandes alharacas y fuegos de artificio en torno a la noticia del acuerdo sobre conexiones ferroviarias entre Portugal y España, resurge la nuda realidad: esta semana, como la anterior, quien se atreva a viajar en tren por Extremadura lo hará a una velocidad media de 60 kms/h, y en la provincia de Badajoz a menos de 50. Ese es, hoy por hoy, el producto para nuestra región de siete años de gestión de las infraestructuras ferroviarias por parte del PP. Lo demás son palabras.  
Y es que la historia de las grandes infraestructuras siempre es larga y compleja, especialmente en regiones como Extremadura, históricamente poco influyentes. Ejemplo paradigmático es el Plan Badajoz, ejecutado básicamente por el franquismo, con sus aciertos y sus errores, pero del que nadie se atrevería a negar hoy que fue imaginado medio siglo antes de su realización, y estaba siendo diseñado por varios ministerios de la II República cuando Franco empezó su guerra. Además, tras la caída del franquismo los Gobiernos de la UCD siguieron transformando, e incluso, paradojas de la Historia, serían los Gobiernos del PSOE quienes lo terminaron; atribuir a Franco obras como las presas de Alange y la Serena, los regadíos de las Dehesas, o incluso parte de los del Zújar no es ya asunto de nostálgicos, sino de obtusos.  
Igual de estúpido sería atribuir a Felipe González el mérito de la Autovía de la Plata. Aunque en 1996 se estaban haciendo los estudios informativos, estudios de impacto, o proyectos de trazado, de varios tramos de su recorrido por Extremadura, las obras se iniciaron en 1998. ¿Pero es entonces una obra de Alvarez Cascos, que la ha inaugurado ya cinco o seis veces?. Tampoco, salvo que el PP se eternice en La Moncloa, porque al ritmo que van las obras, y teniendo en cuenta lo que aún queda por contratar, en su recorrido extremeñono estará concluida antes del año 2.008. 
En el caso del AVE la Historia no ha de ser menos compleja, desde que, por prometer, ya prometió la obra, en 1986, Francisco Fuentes, entonces diputado nacional, cuando se estaba proyectando el de Sevilla..."

Referencia:
Baigorri, A. (2003): "AVE: sueños, mitos y realidades",  EXTREMADURA, 8/12/2003 (pp. 8-9)
Enlace al texto completo

11.28.2003

Urbanismo y urbanistas en la urbe global (2003)

 


El origen de este texto está en un seminario celebrado en Bogotá, en agosto de 2003, organizado por los profesores del programa de Doctorado en Urbanismo de la Escuela Interdisciplinar de Postgrados de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia. Planteado como una reflexión crítica sobre su propia programa, con el fin de reconducirlo y adaptarlo a nuevas tendencias, nos reunieron a un grupo de urbanistas de diversos países para ayudarles en su reflexión. Las intervenciones se publicaron luego en un monográfico que apareció como primer número no está claro si de una colección, o de una revista que no tuvo continuación, ni hay forma de encontrar ya en la web. 


"(...)

El origen del Urbanismo moderno, como hoy lo entendemos, no está tanto en los planes de ensanche que, sobre todo a mediados del siglo XIX, se generalizaron en todas las grandes ciudades europeas (ensanches que, con mayor o menor virtud y extensión, se venían produciendo en las ciudades desde la Edad Media), como en la crítica de los efectos que dichos ensanches tuvieron  en las ciudades y sociedades de la época. Como muy agudamente señaló Engels en su famoso opúsculo, "Las calles son ensanchadas, se abren otras nuevas, pasan por ellas ferrocarriles. En el mismo momento en que los obreros afluyen en gran número a las ciudades, las viviendas obreras son destruidas en masa". El Urbanismo no se deriva del hecho de hacer ciudad, del mismo modo que la Física no se deriva de la existencia de los minerales; el Urbanismo surge como tal de la reflexión crítica sobre la forma de hacer ciudad, del mismo modo que la Física deriva de la reflexión del hombre sobre su naturaleza circundante. Y sólo en la segunda mitad del siglo XIX, tras la irrupción en todos los órdenes de la Sociedad Industrial, podía surgir esa reflexión crítica respecto de la ciudad. No es casual que Emerson, quizás el primer pensador autóctono nortemaricano, pronunciase entonces esa tan repetida frase suya: "Primero los hombres se construyen las casas, pero luego las casas construyen a los hombres". En suma, no hay que buscar el origen del urbanismo, a la manera de los eruditos, rastreando autores en busca de la primera vez en que la palabra fue dicha, sino rastreando la primera vez que, utilizándose o no la palabra urbanismo, alguien puso en crisis el proceso de producción de ciudad realmente existente.

La respuesta a aquellas críticas primigenias tendrá dos expresiones, una de carácter técnico-aplicado, y la otra de carácter científico, más centrada en lo teórico.

Por un lado está la respuesta técnica (tecnocrática en el sentido moderno) que, a partir del famoso tratado de Sitte, Principios artísticos de la construcción moderna (1889), abrirá un ancho camino a través de la praxis, primero a ingenieros y arquitectos, y desde mediados del siglo XX también a los abogados. Y podemos quedarnos con algunas expresiones del propio Sitte para entender en toda su complejidad la ruta que abrió este arquitecto. Porque, en realidad, Sitte es apenas un fachadista, un tramoyista de la ciudad capitalista, que intenta hacerla más bella pero sin intervenir en sus estructuras fundamentales. Es cierto que recupera el dictum aristotélico, según el cual la ciudad existe para dar seguridad y felicidad a los hombres, pero deja muy claro que el trabajo del urbanista tal y como él lo entiende, como un artista, apenas necesita como campo de trabajo "algunas calles principales y plazas; todo el resto puede dejarlo librado al tránsito y a las necesidades materiales cotidianas".

En realidad, los primeros pasos de la vía técnica, o de la praxis, se limitaron a plantear la necesidad de mejorar la habitabilidad de las ciudades a través tanto de la mejora de las infraestructuras higiénico-sanitarias (ingeniería), como de la mejora en la calidad de las viviendas obreras (arquitectura). Todo ello está muy presente todavía en Le Corbusier, y abrirá un camino, a caballo entre el despotismo ilustrado de los técnicos que supuestamente responden al interés público trabajando para el Estado, y el "laisser faire, laisser passer" de los técnicos que están al servicio de las grandes empresas inmobiliarias. Un camino que, sin agotarse, no conduce a ningún sitio decente en una sociedad en la que la propia creación de ciudad se ha convertido en uno de los motores económicos del sistema (Baigorri, 1990).

En cuanto a la respuesta científica, fundamentalmente -aunque no exclusivamente- desde las Ciencias Sociales, buscará más bien la construcción de un corpus teórico que sea a la vez aplicable, y con suerte aplicado. Sin duda es Geddes no sólo el más ínclito representante de esta senda, sino también el que ha inspirado a casi todos cuantos han transitado luego por ellae. Pues aunque algunos sociólogos académicos, como Durkheim y luego Simmel o Weber, intentaron comprender la ciudad como el fenómeno social por excelencia, sólo Geddes plantea explícitamente (aunque sin éxito en su propia experiencia vital) el Urbanismo como una ciencia aplicada, orientada no sólo al análisis, sino también a la acción. Sus propuestas alimentarán débilmente a los sociólogos de la Escuela de Chicago (quienes hacen sus propias aportaciones prácticas, aunque más orientadas a la asistencia social que a la urbanística), y a su través a una Geografía Urbana que desde su mismo origen será claramente feudataria de la Sociología Urbana -a la que apenas añade el estudio de la forma-.

En cualquier caso, sólo perimetralmente los protagonistas de esta ruta se han acercado, a lo largo del siglo XX, a la praxis, y casi siempre lo han hecho como meros apéndices de los técnicos. El sociólogo Henri Lefebvre, último gran hito en la ruta, se lamentó en más de una ocasión de no haber podido aplicar sus conocimientos a la praxis urbana, aunque sí lo hicieron algunos de sus mejores discípulos, como el español Mario Gaviria, que imparte su magisterio, y deja su particular impronta ecologista, en numerosos proyectos de planeamiento urbano entre los años '60 y '90 del siglo XX.

Por supuesto que casi desde el inicio de la bifurcación han habido intentos por encontrar caminos confluyentes. La publicación de Ciudades-jardin del futuro de Evenezer Howard, en 1898, es probablemente un hito importante. Pero será a partir de finales de los años '60 del siglo XX cuando, en el marco de la crisis del sistema civilizatorio industrial, y de los fundamentos científicos modernos, han de surgir los auténticos intentos de caminar a caballo de ambas rutas, camino de la trandisciplinariedad que, parécenos hoy, constituye el destino final del Urbanismo, según hemos expuesto en (Baigorri, 1995). Mi propio caso es un ejemplo de transdisciplinariedad aplicada. A lo largo de casi veinte años de experiencia en el planeamiento urbanístico y territorial (entre mediados los años '70 y mediados los '90, cuando definitivamente aburrido abandoné la práctica del Urbanismo), fuí alejándome progresivamente del papel de anexo floral a que los técnicos querrían reducirnos a los societarios. Yo creía que el hecho de no saber encargar e interpretar un cálculo de estructuras, o de no saber trazar una red de abastecimiento, en modo alguno limitaba mi capacidad para el planeamiento urbano, ni siquiera para el diseño urbano. Fue a veces duro, pero poco a poco tanto los técnicos con quienes trabajaba, así como los técnicos de las administraciones públicas a quienes había que rendir cuentas, fueron aprendiendo que la coordinación superior de un proyecto de planeamiento no corresponde, de modo natural, al técnico, sino a aquel organizador capaz de superar las limitaciones disciplinarias para establecer una imagen global del proyecto capaz de arrastrar a todo un equipo pluridisciplinar, y sobre todo a la comunidad a la que va dirigido dicho proyecto.

La crítica demoledora de Lefebvre contra la falsa multidisciplinariedad del urbanismo tecno-estructuralista; las propuestas orgánicas de Alexander, la crítica comunitarista de David Riesman, y luego Jane Jacobs, o directamente ecologista de Paul Goodman; las propuestas participativas, desde la arquitectura, de Percival Goodman y el propio Alexander; la recuperación de Mumford, simbólico albacea pero a la vez enriquecedor del pensamiento de Geddes; las apuestas libertarias de Ivan Illich o la propuesta anarquista y explícitamente ecologista de Murray Bukchim; el retorno de la Sociología a la forma olvidada, primero con Kevin Lynch y luego con William H. Whyte... Entre los años'60 y finales de los '70, en poco más de tres lustros, se construyó todo el constructo que, durante las últimas décadas del siglo XX, y sin lugar a dudas al menos durante el primer tercio del siglo XXI, ha alimentado y alimentará la formación del urbanismo transdisciplinario. En ello se han formado ya, a veces sin ser conscientes de ello, las últimas generaciones de técnicos, que de forma apenas imperceptible, pero en un proceso imparable, se han venido alejando de su matriz (la construcción o la ingeniería civil) para convertirse en algo distinto, algo que de forma creciente se reivindica en su propia identidad:  urbanistas.

Ese es, por tanto, el primer elemento que ha de caracterizar a los urbanistas y el urbanismo del siglo XXI: la convicción de que el Urbanismo constituye tanto una rama científica específica (sea como tal Urbanismo, o enmarcado en unas Ciencias del Territorio), como sobre todo una actividad profesional específica y con personalidad propia, producto de la confluencia transdisciplinaria de conocimientos y habilidades bien dispares, procedentes de la Ecología, la Sociología, la Economía, el Diseño, el Cálculo, la Historia del Arte, el Derecho y la Ciencia Política, etc.

 2. La globalización: hacia la urbe global

Pero mientras tanto, la ciudad ha dejado de ser lo que era, un contenedor físico, para convertirse en un magma global: la urbe global. Un magma en el que, por supuesto, subsisten los contenedores, los nodos físicos de los que los humanos somos habitantes, cada vez de forma más fluctuante; lo cual justifica la práctica urbana. Pero en el que el tipo de problemas a los que el urbanista debe enfrentarse son de orden distinto a los tradicionales del ornato y la higiene. Veamos cómo ha ocurrido, y a dónde nos ha llevado el asunto. (...)" (ver el texto completo)






Referencia: Baigorri, A. (2003), "Urbanismo y urbanistas en la urbe global", en 

Título: Urbanismo ¿cambios o permanencias? / Artemio Baigorri... [et al.]
Autor: Seminario [sobre] Urbanismo : Cambios o Permanencias? (2003, Bogotá).
Otros Autores: Baigorri, Artemio; Castillo Daza, Juan Carlos del; Carrasco Rey, René; Viviescas Monsalve, Fernando; Marcano Requena, Frank; Buraglia Duarte, Pedro G; Talavera Dávila, Henry; Torres Tovar, Carlos Alberto; Mesa Sánchez, Nora Elena; Acebedo Restrepo, Luis Fernando.
Serie: Urbanismos No.1.
Pié de imprenta: Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Artes. Maestría en Urbanismo, 2004.
Descripción: 140 páginas : 28 x 22 cm.
ISBN: 958-701-349-2.
Contenido: Urbanismo y urbanistas en la urbe global / Artemio Baigorri -- La experiencia del urbanismo moderno / Juan Carlos del Castillo Daza -- Urbano, Urbanidad, Urbanismo / René Carrasco Rey -- La complejidad de la ciudad: no es el ángel, son los hombres y mujeres / Fernando Viviescas Monsalve -- Estructura de la docencia del urbanismo / Frank Marcano Requena -- Apuntes para la definición del urbanismo como disciplina en Colombia / Pedro G. Buraglia Duarte -- Práctica epistémica y práctica transformadora del urbanismo / Henry Talaver Dávila -- Reflexiones sobre el urbanismo como campo de conocimiento / Carlos Alberto Torres Tovar -- Reflexiones sobre el urbanismo como campo de conocimiento / Nora Elena Mesa Sánchez -- El urbanismo y su dimensión integral e integradora / Luis Fernando Acebedo Restrepo

Un seminario de muy buen recuerdo