9.21.1996

La sociedad sin ocio. Hábitos deportivos en áreas rurales de bajo desarrollo (1996)

El origen de este texto es una comunicación al V Congreso Español de Sociología (Granada, 1995), si bien apareció publicado un año más tarde en un libro con comunicaciones seleccionadas por García Ferrando y Martinez Morales.



"1. URBANIZACIÓN, DESARROLLO ECONÓMICO Y DEPORTE

Desarrollo económico y urbanización son las variables que fundamentalmente determinan la transformación del deporte de actividad minoritaria, ligada casi exclusivamente al cultivo del cuerpo, a una actividad de masas con una doble función: el entretenimiento colectivo, y el mantenimiento físico de una población ocupada en trabajos cada vez más sedentarios y estresantes (García Ferrando, 1994).

La disposición de tiempo libre, sin embargo, y frente a lo que es una creencia universalmente asumida, no parece ser una variable que, salvo en lo que al género se refiere, tenga una fuerte incidencia en la actividad deportiva. De hecho, el proceso de urbanización produce una sistemática reducción del tiempo realmente disponible para actividades de ocio (por más que se observe una reducción también sistemática de la jornada laboral), al aumentar continuamente el tiempo dedicado a los desplazamientos, el tiempo dedicado a tareas domésticas -que se viene reduciendo para las mujeres, pero aumentando lenta aunque progresivamente para los hombres-, y el tiempo dedicado a gestiones extralaborales, formación, etc. De hecho, y si el tiempo libre fuese una variable realmente importante, las actividades deportivas serían muy intensas en los pequeños pueblos agrícolas de secano, lo que no sucede en la realidad.

Por el contrario el desarrollo económico sí que posibilita el acceso a los equipos, equipamientos e infraestructuras necesarias para la práctica del deporte, así como permite la dedicación de una parte importante de su producción económica en el consumo conspicuo del deporte como espectáculo. Y el proceso de urbanización, con la generalización de la educación, la extensión de nuevos estilos culturales, la compartimentación estricta del tiempo y el espacio, así como con la democratización de las relaciones sociales y el incremento de la tolerancia hacia las diferencias, posibilita a su vez la extensión de estilos de vida que consideran el deporte como una condición indispensable para una buena calidad de vida; además de posibilitar, con las grandes concentraciones de masas en las ciudades, una demanda suficiente para el deporte-espectáculo. Lo que se entiende por sociedad de consumo (que siempre será un contrasentido porque en realidad es una sociedad de superproducción) no es sino una denominación afortunada de las sociedades ricas y altamente urbanizadas.

Desarrollo económico y urbanización son procesos que no siempre han ido unidos, pero que en las sociedades avanzadas occidentales se han unificado en las últimas décadas, extendiéndose progresivamente a la totalidad del territorio de cada estado nación. En este sentido la urbanización ha dejado de ser hace tiempo un proceso propio de las ciudades, para alcanzar a lo que se venían denominando áreas rurales, en primer lugar las zonas más dinámicas y socioeconómicamente más complejas de agricultura de regadío (Baigorri, 1983).

Sin embargo, este proceso no está completado, no es todavía uniforme. Quedando vastos espacios en el territorio que, aunque con bajas densidades demográficas, siguen estando poblados, pero no se benefician del desarrollo económico sino parcialmente -normalmente se trata de población subsidiada, bien por su edad, por la escasez de trabajo, o por su actividad agraria-, y sólo lentamente se incorporan al proceso de urbanización gracias a lo que McLuhan denominaba 'prolongaciones tecnológicas del hombre', en este caso la radio y la televisión.

En dichas áreas, tanto a nivel individual como público, las posibilidades tanto dotacionales como de animación socioecultural son muy limitadas, y en consecuencia los hábitos deportivos no se corresponden con las optimistas estadísticas que, a nivel nacional, nos ofrecen diversos estudios. Es en este sentido que podemos hablar de la existencia, en el centro mismo de la denominada sociedad del ocio, espacios a los que podemos calificar como sociedades sin ocio.

Para contrastar empíricamente estas hipótesis hemos realizado una encuesta..."

Acceso al texto completo

Baigorri, A., Fernández, R. (1996), "La sociedad sin ocio", en M.García y J.R.Martinez, Ocio y deporte en España, Tirant lo Blanch, pp. 25-35

 

4.16.1996

Cambio social en el medio rural: la nueva condición de la mujer (1996)

Conferencia en las I Jornadas de la Mujer organizadas en Mérida por la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias
"Voy a hablar básicamente de tres temas, con pocos datos (los datos están en las publicaciones que hemos realizado), pero sí con algunas reflexiones que provoquen el debate y la discusión.
En primer lugar del proceso de cambio en la situación socioeconómica de la mujer rural, en comparación con las mujeres urbanas de Extremadura. En segundo lugar quiero plantear una discusión sobre la propia existencia de lo rural, y en último término reivindicar la urbanización cultural como tendencia que posibilita la igualdad de la mujer.
1. En lo que se hace a la situación socioeconómica, no se puede hablar de una mujer rural. En la segunda parte de mi intervención explicaré la idea de que lo rural no existe ya, al menos en las proporciones en que solemos creer.
Si es que lo rural existe, tendríamos que diferenciar las situaciones, muy distintas, que para la mujer, y en lo que a Extremadura se refiere, se producen en los grandes pueblos (o agrociudades) de regadío (pensemos en Miajadas, Coria, Talayuela...), en las agrociudades de secano (como Trujillo, Llerena, etc), en los pequeños pueblos y poblados de regadío o en los pueblos pequeños de secano o del entorno de la dehesa. En la medida en que las condiciones materiales y las relaciones de producción son muy distintas, también son muy diferentes los estatus sociales de las mujeres.
Por otra parte, en el estudio que, en profundidad, realizamos hace un par de años sobre la
situación de las mujeres en la región, no nos aparecían diferencias muy profundas entre las mujeres rurales y las urbanas. Ciertamente que hay, todavía, situaciones diferenciales. Por ejemplo, en las ciudades los niveles de asociacionismo femenino, que es un importante instrumento de cambio social, son sensiblemente superiores. Del mismo modo que todavía son más habituales las prácticas de aseo o higiene (por el mayor peso de la población joven en las ciudades), es mayor el interés de las mujeres por la política, es menor el conformismo con su situación como mujeres, y es también menor el nivel de autorepresión sexual. Pero la diferencia más sustancial es que en las principales ciudades de la región las mujeres tienen un mayor nivel de conocimiento de sus derechos. Las diferencias más sustanciales vienen determinadas por la desigual composición de las edades en las ciudades y en los pueblos: el mayor envejicimiento de ésto provoca las diferencias estadísticas señaladas.
(...)
 En mi opinión, el cambio más profundo que se ha operado en la situación de las mujeres campesinas es el paso de la invisibilidad a la visibilidad de su trabajo. Entendiendo por trabajo visible el que se realiza en el ámbito de la público, por intermedio de alguna especie de relación contractual que conlleva el pago de un salario; mientras que por trabajo invisible entendemos no lo que se conoce por trabajo sumergido, sino algo mucho más sutil: el trabajo no reconocido como tal trabajo.
Ese trabajo invisible es, obviamente, el que realizan las mujeres dentro del ámbito de su familia.
Pero no sólo las tareas que entrarían dentro de lo que entendemos por tareas domésticas, esto es las que realiza cuando representa el rol de ama de casa; sino que ese trabajo invisible incluye trabajos de todo tipo en el campo, en las cuadras, y que quedan fuera de toda contabilidad.
No sólo realizando trabajo físico, sino sobre todo administrando económicamente la explotación.
Las mujeres han sido las auténticas gerentes y empresarias en el campo español: ellas han sabido qué dinero entraba, y de dónde llegaba, a la explotación; han sabido cuándo podía gastarse y cuándo no en una maquinaria.
Sin embargo, la estadística ha recogido siempre todas estas aportaciones bajo el epígrafe engañoso de ayuda familiar. Cuando un hombre trabaja menos de quince horas a la semana se dice que es un subempleado; cuando lo hace una mujer en el campo se le califica de ayuda familiar.
Para hacerse idea de lo que esto significa, baste decir que la inclusión de las mujeres en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social ha sido aceptada por el Estado casi cuando ya no había mujeres en el campo. Pero durante décadas las mujeres que se hacían cargo a veces al cien por cien de las explotaciones agrarias o ganaderas, no eran admitidas sin embargo
como agricultoras. Porque su trabajo era invisible. "

Enlace al texto

Referencia: A.Baigorri (1996), "El cambio social en el medio rural: la nueva condición de la mujer", Jornadas de la Mujer - Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias, Mérida, abril 1996

3.07.1996

Regadío, territorio y desarrollo socioeconómico de Extremadura (1996)




El artículo repasa la situación actual, y las perspectivas de futuro de1 regadío. Sin una fuerte tradición, el regadío se implanta en Extremadura con el Plan Badajoz, aunque en los años '80 se inició un proceso de transformaciones de iniciativa privada. Hoy las zonas de rcgatdío, ocupando una pequeña parte de la superficie de la rrgión, concentran casi la mitad de la producción agraria, así como a la mayor parte de la población y de la riqueza extremeñas, articulando en suma el territorio.

Se propone por tanto su consideración como infraestructura básica para el desarrollo, señalándose los frenos tanto internos (estructura de la propiedad, conservadurismo ambientalista, falta de una cultura del agua ... ) como externos (intereses de otras regiones y naciones) que hoy limitan, más que los condicionantes "naturales", el desarrollo de los regadíos en el Sur de España. 

De lo expuesto se deriva la necesidad del aumento de la superiicie regable en Extremadura, en tanto la agricultura moderna de regadío es -en esta región- la base del desarrollo industrial, del terciario, e incluso en parte del cuaternario, y posibilita incluso -desde una perspectiva ecosocial- la liberación de tierras de agricultura marginal para su devolución a la superficie boscosa.

(Extremadura; regadlos; desarrollo; ecologia; orientación del territorio; sociologia rural; politica hidraúlica;
ejes).


Referencia y enlace al texto

Baigorri, A. (1996), "Regadío, territorio y desarrollo socioeconñómico de Extremadura", en Rodriguez, M., Torres, G. y Baigorri, A., Actas de las Jornadas Internacionales sobre el Regadío y el Agua en el Suroeste Peninsular, Aderco, Olivenza


12.09.1995

Video Mujeres en Extremadura (1995)

En 1995, tras haber realizado el estudio Mujeres en Extremadura, y El hombre perplejo, la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX) encargó al Taller de Estudios Sociales y Territoriales (TESYT), la consultora que creé en Extremadura y dirigía, la realización de una campaña de divulgación de los resultados de esas investigaciones entre la población, con el objetivo de contribuir con información a la liberación de la mujer, ya en marcha. Denominamos a la campaña Construyendo/Conquistando (las palabras se sobreimprimían) un futuro entre iguales.

Para ese fin AUPEX nos pidió tres componentes que pudiesen recorrer luego todos los pueblos de la región: una exposición, basada en paneles informativos; un video, que resumiesen los estudios citados e incorporasen elementos de teoría feminista, propia o ajena; y un librito breve que recogiese toda la información.

Los paneles (que espero recuperar aunque no en su forma, pero al menos la base en WordPerfect) los realizamos entre todos los miembros del equipo de TESYT (con Ramón Fernández, Georgina Cortés y Javier Luna). El libro (pendiente de escanear) se basa en los paneles, aunque en él hice una redacción más extensa, con algunos componentes más teóricos, que desarrollé asimismo en el guión del video, que fue encargado a la productora extremeña Iris Eyes, creo que tan desaparecida como nuestra TESYT.

El texto que recojo aquí es el guión del video, que hace poco he reencontrado en un viejo CD, al que hace más de una década había ripeado y olvidado. La verdad es que está todavía de buen ver, en todos los sentidos. Se ve medio decentemente, y lo que se dice sigue siendo útil. También para ver las dimensiones del cambio social operado en este cuarto de siglo.




"Han construído leyendas... muchas leyendas. ELLOS han construído mitos, creencias.Y escribieron que en el principio era EL Verbo. Que en el principio fue EL hombre, y que de una de sus costilla hizo Dios una mujer...Y que Dios entregó LA mujer al hombre.
Estas creencias han sido útiles durante siglos, milenios. Sobre estas creencias se han construído códigos jurídicos que han consagrado la marginación y el dominio de un sexo sobre el otro... Construcciones filosóficas perfectas que asignaban un lugar en el mundo para los hombres, y otro lugar, siempre inferior, para las mujeres.
Y han servido para perseguir a muchas mujeres por negarse a ser la costilla de Adán
PONGAMOS LAS COSAS EN SU SITIO
"Muchas mujeres temen que si la supremacía masculina ha existido durante tanto tiempo, tal vez rea realmente 'natural' que los hombres dominen a las mujeres. Pero es un temor infundado. Las instituciones de supremacía masculina surgieron como una de las consecuencias de la guerra, del monopolio masculino de las armas y del emplo del sexo para el fomento de las personalidades masculinas agresivas. En consecuencia, la supremacía masculina no es más natural que la guerra"
Tal vez nunca sepamos por qué los grupos escogieron la guerra, frente a otras estrategias cooperativas posibles, en respuesta a las presiones reproductoras y ecológicas. Pero así fue, y aún lo estamos pagando.
Por eso mientras la Humanidad no ha descubierto y sancionado vías de..."


Referencia:
Baigorri, A. , guión (1995), Mujeres en Extremadura, Iris Eyes Producciones, Mérida

Acceso al texto completo del guión



12.01.1995

Curso de Urbanismo y Estado del Bienestar (1995)



Curso de Urbanismo y Estado del Bienestar
Plan de Formación Continua de la Junta de Extremadura
Clave del curso: 95.11.B.12.01
Escuela de Administración Pública
28 al 30 de noviembre y 1 de diciembre de 1995
Dirigido a técnicos en urbanismo, sociología, geografía, servicios sociales y medio ambiente
de la administración autonómica
1995

Enlace al programa del curso