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7.18.1995

Mujeres, hombres, viejos y niños (1995)

Este trabajo es el sumatorio de sucesivos trabajos, en el marco de informes de género (sobre la situación de la mujer o sobre el cambio social entre los hombres) o en los cursos de Doctorado, incluyendo algunos artículos de opinión en prensa, de forma que sufrió distintas versiones entre 1993 y 1995, siempre en circulación interna. Cuando estaba en el punto en que está era excesivo para publicarlo como artículo (y no había entonces revistas independientes del tipo en las que yo había venido publicando), y escaso para hacer un libro, no teniendo tiempo para ampliarlo. Así que se quedó así, utilizando como material docente, sin más difusión subsiguiente que Internet, desde que en 1998 hice mi primera página web.



"El título de este trabajo es 'ensayo sobre transformaciones demográficas, familia y realidad social en España'. Es decir, no se trata tanto de un ensayo monográfico sobre la Familia, sino que se intenta enmarcar el análisis en el conjunto de efectos macrosociales sobrevenidos a los cambios demográficos más recientes. Es en este conjunto de elementos en el que hay que situar, a mi juicio, los cambios operados en la situación de la mujer en España; tanto cuando la consideramos sujeto como si la observamos en cuanto que objeto del cambio social. Pues dificilmente puede entenderse lo que algunos autores denominan brecha generacional 1 entre las mujeres españolas -brecha que, por lo demás, se ha dado con anterioridad en otras sociedades más desarrolladas- sin considerar toda esta transformación medioambiental.
(...)
Y si estas posibles actividades de los ancianos presuponen una redefinición de ciertos status, la importancia cuantitativa de la población anciana induce a simismo cambios importantes en cuanto a la aparición de nuevos empleos relacionados con su cuidado, asistencia domiciliaria, ocio de la vejez, modificación de conductas patológicas para su conservación, cambios de actitudes, etc. Tradicionalmente, la vejez estaba relacionada con la decadencia, física, mental, social, económica... Los viejos eran, esencialmente, un problema, y así se siguieron viendo (sólo que como un problema de magnitud creciente) en las primeras etapas del envejecimiento de las sociedades occidentales. El propio temor a la quiebra del sistema de protección no es sino un reflejo de esa preocupación. (...) Sin embargo, la realidad es que, pasadas las primeras décadas de sorpresa por el fenómeno del envejecimiento masivo, se observa ya cómo la vejez se está convirtiendo en una poderosa fuerza social (con un fuerte pe so electoral), aún cuando la literatura especializada en la cuestión sigue presentando tintes tremendistas, o cuando menos pesimistas. Se acrecienta su prestigio, se recupera su influencia en el entorno familiar (según veremos luego, derivado de su creciente aportación, en dinero, tiempo y experiencia, a l bienestar ma terial de la familia), constituye un sector económico en alza, a pesar de que resulte obvio que "en las sociedades occidentales (sic.) las personas tras la
jubilación sufren progresivamente un decrecimiento de sus ingresos"(BAZO, 1990;22). De hecho, una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas muestra que, pese a los lamentos más o menos literarios, un 86% de los ancianos se encuentra satisfecho con su entorno familiar y social (CIS, 1989). Incluso en términos de salud, y según otra encuesta realizada en la misma época por el Ministerio de Sanidad y Consumo, tan sólo un 3,7% de la población mayor de 60 años declara sentirse muy mal o muy enferma, mientras que por el contrario un 28% declaran sentirse bien o muy bien, y un 50,3% se encuentran regular, con algunos achaques (citado en CIS, 1989; 24).
De su importancia económica dan muestra estas palabras: "El sector turístico se ha encontrado con una fuente de ingresos que ha supuesto la recuperación o, cuando menos la supervivencia, de muchas empresas y establecimientos abocados a desaparecer (...) Una inversión de más de 5.500 millones de pesetas y la generación de una riqueza indirecta de otros 26.000 millones son los datos...". Aun cuando es difícil entrever qué efectos concretos van a tener todos estos cambios en la sociedad española, en mi opinión van a darse, y van a ser muy profundos, en los próximos años.
(...)
Como unidad de producción la importancia de la famlia ya no es tan manifiesta, como he dicho, pero en mi opinión asistimos a una recuperación indirecta, a veces intangible, casi ectoplásmica, de la misma. El primer elemento que nos aporta luz es una reinterpretación del retraso
en la edad de matrimoniar. Teniendo en cuenta la reducción de la natalidad, la crisis de la vivienda en los años '80, el largo periodo de crisis económica (que abarcó el primer lustro de la década) y sobre todo el fenómeno del paro (o, en mayor medida, la inseguridad del empleo), podría pensarse en una tendenc ia a aprovechar la infraestructura residencial y económica de la familia durante el mayor tiempo posible."



Referencia:
Baigorri, A. (1995), Mujeres, hombres, viejos y niños, Documento de Trabajo, Universidad de Extremadura










6.21.1993

Mujeres en Extremadura (1993)

De cuando en Extremadura se hacían investigaciones como es debido sobre sus principales problemas sociales. Este libro recoge la investigación sobre la situación de las mujeres en la región, realizada en 1993. Es un análisis descriptivo atendiendo a los principales indicadores, que incluía sin embargo algunos elementos interesantes. Por una parte los distintos capítulos resultado del análisis iban acompañados de comentarios de mujeres vinculadas a los distintos ámbitos analizados. Por otra parte incorporó algunos elementos bastante novedosos. Entre éstos, creo que el último capítulo (uno de los de mi exclusiva autoría) era, en esos momentos, una aportación teórica, con base empírica, importante.


INDICE
Presentación, 7
Introducción y metodología, 9
Mujer y Demografía, 17
Mujer y Educación, 29
La mujer y el trabajo, 53
La mujer, de puertas adentro, 95
La mujer, cultura y ocio, 111
Mujer y salud, 121
Mujer, asociacionismo y participación política, 155
La mujer y sus derechos, 189
La mujer, el cambio y la percepción del cambio, 209
Los caminos de la libertad, 223
Bibliografía y fuentes, 229

En aquellos tiempos nos lo hacíamos todo, y todo es todo. Incluida la composición y maquetación (la portada es obra del pintor pacense Luis Costillo). Este es uno de los primeros libros que compuse con Page Maker. Aunque el libro tuvo una tirada relativamente grande, preparamos también un pequeño resumen, que tuvo una tirada muy superior para ser distribuido entre todas las organizaciones de mujeres de la región.





"Por más que rechacemos la tentación de establecer mecanismos
causales definitivos, en justa correspondencia con el carácter empírico
de esta investigación, sin embargo no podemos obviar aquellas
correlaciones que, por su fuerza, destacan en todos los apartados de este informe.
Se ha visto, a lo largo de diversos capítulos, cómo la educación, el
bienestar económico, la vida en la ciudad, el triunfo de la razón sobre
las fuerzas oscuras de la creencia atávica, hacen a la mujer libre,
sencillamente como antes hicieron al hombre libre...
Pero todas las variables consideradas en esta investigación nos conducen a una hipótesis verificable: la mujer, para liberarse auténticamente, tomar conciencia de su condición de ser humano independiente, y sobre todo adquirir, en su relación familiar, los derechos que le corresponden, debe salir de casa, trabajar y aportar ingresos a la economía familiar.
El gráfico siguiente nos muestra que no es condición suficiente, pues
también entre las mujeres con niveles de formación bajos se alcanzan
relativamente elevados porcentajes de ingresos de origen femenino en
los casos en que existe un único ingreso en la casa, y sin embargo hemos visto en sucesivos capítulos cómo en todos los aspectos relacionados con la liberación de la mujer las mujeres con bajos niveles de formación aparecen en una situación muy deficiente.
Pero se nos aparece, sin embargo, como condición necesaria, a la vista de los datos esenciales. Hemos observado cómo el tiempo de trabajo femenino en el hogar se reduce de 5 horas, cuando el ingreso principal procede del marido, a 3,6 horas cuando procede de la mujer, y a 2,4 horas cuando ambos contribuyen por igual. Hemos visto, asimismo, cómo aparece un mayor reparto de tareas domésticas en aquéllos casos en los que la mujer trabaja a tiempo completo, o en todo caso hay mayores posibIlidades entonces -como lo demuestran los datos de la encuesta de contar con ayuda remunerada para esas tareas. Hay una mayor relación comanditarias en la toma de decisiones, así como en las relaciones de la unidad familiar con el exterior, cuando hay aportación económica de la mujer.
No en balde, son asimismo las mujeres que trabajan fuera las que
ofrecían mayores índices de satisfacción con la propia vida. Dedican
su tiempo libre (menos tiempo libre, eso sí) a actividades más enriquecedoras, tanto social como personalmente, y práctican más, y más a menudo, actividades auténticamente recreativas (y creativas) que las que permanecen encerradas en casa. Incluso valoran más que otro tipo de mujeres el trabajo de ama de casa, siempre que sea escogido como una opción en libertad.
Asimismo están mucho más informadas de sus derechos como mujeres, presentan mayor capacidad de reacción frente a las agresiones, saben en mayor medida dónde y a quién dirigirse, y obtienen mayor provecho de los recursos que la Administración pone a su servicio." (pp. 223-227)



Referencia:
Baigorri, A. dir (1993), Mujeres en Extremadura, Junta de Extremadura, Badajoz

Enlace al documento

4.21.1993

Mujeres (1993)



"Acabo de leer una entrevista a Fernando Arrabal. Siempre me ha parecido un payaso, pero al igual que los niños, también los adultos -o en camino de serlo, pues uno se resiste como puede- también necesitamos nuestros payasos del pensamiento. Destaca en la entrevista su propósito de convertir al catolicismo a Felipe Gonzalez (no estaría mal, ciertamente, que abandonase la ética del protestantismo; que como ustedes saben es estricta en las formas, liberal en lo económico y darwinista en lo social). Pero especialmente me ha llamado la atención un dato que, por lo que conozco de las vicisitudes de las mujeres, es muy probable que sea cierto. Arrabal denuncia que la auténtica descubridora del virus del SIDA es una mujer, una bióloga, mientras que el doctor Montaigne, que se pasea por el mundo triunfante gracias al descubrimiento (son casi tantos los que hoy viven del SIDA como los que mueren de esta terrible enfermedad), prácticamente no habría puesto los pies en el laboratorio.  Lo creo a pies juntillas. Ayer mismo asistí a la más curiosa presentación de un libro (y digo curiosa porque he asistido a presentaciones sin libro, pero nunca sin autor). Se trataba de la lujosa edición de los manuscritos de dos obras muy importantes en la historia del Urbanismo, casualmente descubiertos, reconstruídos y analizados durante siete años por dos investigadoras. En la sala mucho mass-media, atraídos más por el continente que por el contenido. En la mesa un ministro, un director general, los alcaldes de las dos principales ciudades españolas... y el director de la investigación. Todos hombres. Nada extraño, si no fuese porque faltaban las pacientes investigadoras que han realizado el trabajo, quienes casualmente estaban sentadas a mi lado. Y digo pacientes no tanto porque hayan precisado paciencia para desarrollar su labor, sino porque como mujeres siguen estando, pacientemen te, donde los hombres, con independencia de la calidad de los méritos personales, las seguimos poniendo. No tienen elección: o eso o nada, salvo que opten por abandonar su femineidad y pasar a actuar como hombres. Es decir como devoradores, pisoteadores, dominadores, practicantes del codazo y la zancadilla. Son sólo datos, elementos que muestran claramente la situación de las mujeres en sectores como la investigación y la Universidad. No es banal, y no cabe decir que así ocurre en todos los ámbitos de la sociedad. Es que se trata de las zonas de la sociedad donde, supuestamente, anidan los pensamientos más avanzados, las actitudes más racionales. Pero no es así. El comportamiento de los machos universitarios, catedráticos o sabios doctores, respecto a las mujeres, no se diferencia todavía en mucho del de los machos suburbiales y aculturados. Simplemente lo disimulan mejor. (17.IV.93, día de mi 37 cumpleaños)"
Curiosidades: Entre las "frases del día" que se recogen ese día en una sección vecina al artículo: "El PP está listo para gobernar" (Rodrigo Rato, portavoz del PP). Y tan preparado que estaba, él.

Referencia:
Baigorri A. (1993), "Mujeres", Extremadura, 21/4/1993, pag. 7