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2.18.1978

La nueva cuestión agraria (1978)

A partir de los trabajos que desde 1976 venía haciendo, primero periodísticos (en realidad los periodísticos empezaron antes, como corresponsal local con entregas como esta), en artículos o en la sección fija que mantenía en Esfuerzo Común (con trabajos como este), y luego con Gaviria sociológicos, me planteé en 1978 la redacción de un texto más sistemático, que pretendía convertir en libro.

Pero que se quedó en las páginas que aquí se recogen. En la adolescencia tardía que a algunos nos toca vivir (sea la genética o sea el medio ambiente, qué más da), unas palabras pueden tener un impacto exagerado. Pueden ser un aliento (Gaviria conseguía transmitir ese entusiasmo) o una zancadilla. El caso es que aquel intento de libro se quedó en un rincón, infausto para siempre.

Ocurrió que en alguna fecha indeterminada del 78, en el marco de la campaña de presentación del "Extremadura Saqueada" en colaboración con algunas alumnas y algún profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza se montaron unas jornadas sobre Economía y Ecología con la participación de Gaviria, Naredo y no recuerdo si alguien más. Fueron 48 horas de aúpa: tras las jornadas de Zaragoza y la correspondiente cena en Casa Emilio, un poco perjudicados nos metimos en la autopista de peaje a Barcelona, creo que conducía Naredo pero es más probable que me tocase a mí. Llegamos a no sé qué hora de la madrugada, y aún más perjudicados tras alguna parada (entonces todo estaba permitido), a casa de Martínez Alier, porque al día siguiente por la mañana "actuaban" de nuevo en la Autónoma. José Manuel se iría luego con Joan, porque en ese momento lo pierdo de vista en la memoria. Comimos en una terraza de la UAB y se empotró una supongo que entonces "joven profesora" de Sociología (a mí no me parecía joven, claro está). Mario decidió pasar de una charla que tenía programada por la tarde en el Centro Aragonés de Barcelona, sobre "El Bajo Aragón expoliado", las nucleares y todo eso; así que llamó a los organizadores y me la endosó a mí sobre la marcha. Me tuve que ir corriendo a preparar unas notas, y fue una experiencia horrorosa (al menos para mí), pues además de ser de natural tímido, era la primera vez que daba una conferencia, y fue además ante una sala abarrotada hasta las orejas (entonces todo se abarrotaba). Al final de la charla apareció por la sala Mario acompañado de la "joven profesora" de Sociología y una amiga, y el día acabaría en La Paloma (que lógicamente no tenía entonces el glamour de estas fotos).

Hecho el exordio, explico por qué se quedó en unas páginas sueltas el proyecto de libro... Y es que Naredo, que siempre ha sido muy cuadriculado (en lo intelectual), qué le vamos a hacer, después de echarle un ojo a ese inicio, esas primeras páginas, me lo criticó duramente. Ahora me entraría por un oído y me saldría por el otro y simplemente aprovecharía positivamente la crítica. Pero a los 21, pues esas cosas te chafan un poco. Bueno, bastante. Y eso que, releo ahora, y me digo... ¿en qué estaba equivocado? ¡Pero si estamos ahora mismo (cuando escribo estas frases) viviendo un momento tannn parecido, y siguen siendo tannn urgentes las propuestas de entonces! Quizás termine ahora, si saco tiempo, La Nueva Cuestión Agraria.

"A partir del boom de la ecología, en los primeros años 70, la preocupación por la degradación del territorio que puede provocar la actividad más "inofensiva" a este respecto, la agricultura, ha puesto sobre el tapete de la planificación y la economía una problemática muy amplia. A la vieja Cuestión Agraria sobre la estructura de la propiedad de la tierra, sobre el modo da producción agrícola, la comercialización, los precios, el medio rural como comunidad cultural específica, etc, se ha sumado una nueva cuestión, de igual importancia, e incluso condicionante de lo anterior, y cuya resolución entraña acciones radicales a llevar a cabo sin pérdida da tiempo...."


Referencia y texto completo
Baigorri, A. (1978), La nueva cuestión agraria (fotocopia)
Acceso al texto

4.15.1977

Ecología: la izquierda y el desastre ecológico (1977)


Artículo (en realidad, artículos, pues en el mismo número incluía tres, casi un tercio de la revista) publicado en la revista Esfuerzo Común. En realidad el artículo es un clon de otro que ya había salido publicado, o iba a salir, en Alfalfa, pero los editores de Esfuerzo Común se empeñaron en que hiciera una versión porque eran públicos distintos (y lo eran). El segundo que aparece es un comentario sobre el control de los medios de comunicación profesionales agrarios, controlados por el aparato de estado y su influencia en un marco pre-electoral. El tercero forma parte de una serie sobre la izquierda ante la cuestión agraria, que aparece en otro post completa.


"  En varias ciudades (francesas) en donde el movimiento ecologista tenía fuerza, la izquierda ha perdido las elecciones frente a los gaullistas por muy escaso margen de diferencia.Un análisis extremadamente simplista de esos hechos podría llevarnos fácilmente a la conclusión errónea de que, "por culpa de" los ecologistas, la izquierda no ha vencido de forma completa en las elecciones de nuestros vecinos franceses. Pero sí que podemos achacar a los ecologistas varios "pecados" que pudieran refetirse aquí. Y, en cualquier caso, sí que podemos achacar a la izquierda el grave pecado de ignorar a los ecologistas.Por encima de cualesquiera otras consideraciones, Enzensberger ha sintetizado una hipótesis central: las sociedades industrializadas de la Tierra engendran contradicciones ecológicas que en un plazo no lejano conducirán a su destrucción. Y hablar de Sociedad Industrial es hoy hablar de sistema capitalista, entendiendo el capitalismo no como sistema de propiedad, sino como modo de producción, como sistema de relaciones entre los hombres, ya sean individuos privados o el Estado los propietarios de los medios de producción. Así puede decirse que el desastre ecológico va implícito en el propio capitalismo; y la simple expropiación de los capitalistas no hace desaparecer la amenaza del desastre. Sólo la destrucción del capitalismo como sistema de relaciones de producción, como sistema de valores; sólo una total subversión de las relaciones entre los hombres y entre estos y las cosas; una superación del trabajo asalariado, en cualquiera de sus formas, de la alienación, de la separación entre productor y producto, del fetichismo de la mercancía (...). El desarrollo de las fuerzas productivas en la URSS es muy semejante al de los países occidentales, y como en éstos, a partir de cierto momento las fuerzas productivas se manifiestan como fuerzas destructivas (...)Hemos de convenir que la batalla ecológica será pues parte de la gran batalla entre las clases sociales. La degradación del planeta que se opera por la acción del capitalismo no la sufren las clases explotadoras, al menos a corto plazo, porque siempre conservan para sí cotos de tierra virgen. Sí que la sufre, yya hace tiempo, la clase explotada. Estas clases trabajadoras deben entender pues, como parte de su concienciación, que la lucha de clases lleva implícita la lucha por una sociedad "limpia".(...)
Si creemos en la validez de la hipótesis ecologista, sólo veremos dos caminos, que vienen a ser confluyentes: la izquierda no podrá pretender representar los intereses de las clases trabajadoras si no se define sobre los problemasecológicos, o si de su definición se desprende que no va a ir más allá de donde irían los políticos burgueses. Ello por un lado. Por el otro, si el movimiento ecologista pretende ser algo más que un hijo pequeño burgués de la mala conciencia del capitalismo que, como los movimientos hippie, beatnik o contracultural, acabe siendo "reconvertido" por el sistema cuando resulte peligroso, ha de comprometerse de lleno en la lucha política al lado de los trabajadores. practicando la critica interna, pero no la externa, que entorpecería el movimiento socialista y contundiría dividiéndolas a las clases trabajadoras.Ante la situación actual tan sólo caben dos posibilidades, totalmente excluyentes y sin términos medios posibles: "Socialismo o barbarie"



REFERENCIAS:
Baigorri, A. (1977), "Ecología política y lucha de clases: la izquierda y el desastre ecológico", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 3-4

Baigorri, A. (1977), "El búnker controla los medios de comunicación agrarios", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 10-11

Baigorri, A. (1977), "Partidos y políticos ante la cuestión agraria. III. Las Derechas", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 12-13

Enlace al texto



4.13.1977

Políticos y partidos ante la cuestión agraria (1977)


Serie de cuatro artículos sobre las posiciones de los partidos políticos ante la cuestión agraria, frente a las primeras elecciones democráticas.




REFERENCIAS:

Baigorri, A. (1977), "Los partidos políticos y la cuestión agraria. I. La izquierda", Esfuerzo Común, Num 250, pp. 9-11

Baigorri, A. (1977), "Partidos y políticos ante la cuestión agraria. II. El centro", Esfuerzo Común, Num. 251, pp. 12-13

Baigorri, A. (1977), "Partidos y políticos ante la cuestión agraria. III. Las Derechas", Esfuerzo Común, Num. 252, pp. 12-13

Baigorri, A. (1977), "Partidos y políticos ante la cuestión agraria. IV. La izquierda autogestionaria", Esfuerzo Común, Num. 253, pp. 8-9