"(...) Los espacios rurales, colonizados pues por los espacios urbano-capitalistas, han terminado estructurados en función de las necesidades de los centros, de las metrópolis. Y como en toda relación imperialista, la explotación se centra en tres frentes: el simple expolio de los recursos, la extracción del excedente de trabajo de unos agricultores y la proletarización de otros, a los que previamente o bien trasladan al espacio urbano industrial, o bien transforman en proletariado industrial dentro del mismo espacio agrario, con fábricas instaladas allí donde hay suficientes recursos y suficiente fuerza de trabajo excedentaria.
Al fin, las previsiones y deseos de los redentores y Mesías del campesinado, de Jovellanos a Kaustky, de Costa a José Antonio, se han cumplido. No tuvieron otra obsesión que conseguir que los campesinos vivieran como los obreros de las ciudades, y a fe que lo han conseguido, y en algunos lugares se han pasado. Sobre todos ellos planeaba la nebulosa idea de que el fin más alto a que podía aspirar el campo era a parecerse a una inmensa fábrica, como las que funcionan en las ciudades.
Y así el campo, o mejor los espacios rurales, no se han modernizado, sino que han sido modernizados por fuerzas extrañas. Han sido colonizados por una determinada forma de modernidad, la urbano-capitalista.
Y un reflejo de las nuevas formas que la producción ha adquirido ha de ser la cultura, en su más amplio sentido. El agricultor se ha especializado en la producción de alimentos y ya no sabe hacer nada más. Incluso para producirlos depende del exterior. Fuera debe de comprar todos los utensilios, desde la tajadera de hierro hasta el tractor, y la energía para hacerlos funcionar, porque ni la energía metabólica ni los propios alimentos naturales sirven ya. Ni siquiera sabe repararlos cuando se le estropean. Para eso están los talleres.
Y frente a esa casa de adobe (...)"
8.11.1980
Retrato de un colonizado. Donde se habla de la decadencia y muerte del saber campesino (1980)
Referencia y acceso al texto
Baigorri, A. (1980), "Retrato de un colonizado (donde se habla de la decadencia y
muerte del saber campesino)", Bicicleta, Num, 28-29, pp. 52-55
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