8.23.1995

Estudio socioeconómico de Badajoz (1995)



"Este documento forma parte de un proyecto más extenso, orientado al diseño de políticas viables para la promoción del empleo y el desarrollo socioeconómico de Badajoz. La segunda parte recogerá un análisis en profundidad del paro, el mercado de trabajo y la formación en el municipio.
Mientras que la tercera parte, basada en todo el material acumulado así como en la realización de una encuesta Delphi y en la celebración de grupos de trabajo y debate, contendrá el programa de desarrollo propiamente dicho.
El Proyecto Global de Desarrollo, realizado por iniciativa de la concejalía de empleo del Ayuntamiento de Badajoz, surge en el marco de la creación, con ayuda de la Unión Europea, del Centro de Empleo y Formación Río Guadiana, entendido como instrumento sobre el que el Centro Guadiana ha de diseñar sus programas de trabajo en los próximos años. Sin embargo, quiere ser un proyecto más ambicioso, que sirva al Ayuntamiento en su conjunto para el diseño de políticas de desarrollo local.
El estudio, financiado por el Fondo Social Europeo (FSE), fue adjudicado a la empresa TALLER DE ESTUDIOS SOCIALES Y TERRITORIALES SL (TESYT) previo concurso (1), firmándose el contrato en septiembre de 1994 y recogiéndose el plazo de un año para la realización de todo el proyecto. A seis meses de la firma del contrato se han completado las fases primera y segunda, por lo que estimamos que podrá darse holgadamente el cumplimiento de los plazos previstos (2). La urgencia con la que las dos primeras fases se han realizado ha permitido, por lo demás, dar pleno sentido a los objetivos que formación y promoción de empleo que presiden la actuación del FSE; ya que, además del personal de TESYT, casi 20 profesionales y técnicos han participado en la elaboración de los informes base, además de otra veintena de encuestadores/as."

(1) Lo cual tiene doble mérito si tenemos en cuenta que durante los años previos habíamos estado denunciando con diversas campañas la política urbanística del Ayuntamiento
(2) La primera y segunda parte del proyecto se completó poco antes de las elecciones municipales de 1995, en las que el Partido Popular accedió al Ayuntamiento con mayoría absoluta. No habiendo interés en completar el proyecto por su parte, por considerarnos un equipo no afín, se acordó una rescisión del contrato, que aceptamos sin generar conflicto, pues tampoco era muy ilusionante trabajar con un equipo de gobierno que iba a desconfiar permanentemente. Aún así, lo realizado, sobre todo la primera parte, ha iluminado y marcado todas las políticas de desarrollo local (pocas, eso sí) que la ciudad ha puesto en marcha desde entonces.

Algunos de los temas desarrollados en el estudio pocas veces, si es que alguna, se habían analizado a nivel local (en el caso de Badajoz nada se había analizado antes, pues en esas fechas no contaba ni siquiera con apenas historiografía histórica), como el papel de las organizaciones empresariales, la economía social local, el peso de la economía militar, las economías de la salud, etc.  En otros aspectos el estudio fue pionero metodológicamente. Como es en el caso del análisis de la movilidad urbana de los trabajadores, y sobre todo el análisis de la desigualdad. No estábamos entonces en el mundo académico, y apenas llevamos una comunicación sobre desigualdad espacial al Congreso de Granada (1995); entonces no había que generar por generar artículos. 


Referencias y acceso a los textos

Baigorri, A. dir. (1995), Estudio Socioeconómico del municipio de Badajoz, Tomo I, Ayuntamiento de Badajoz
Baigorri, A. dir. (1995), Estudio Socioeconómico del municipio de Badajoz, Tomo II, Ayuntamiento de Badajoz

Baigorri, A. dir. (1995), Estudio Socioeconómico del municipio de Badajoz, Resumen ejecutivo, Ayuntamiento de Badajoz



8.09.1995

El paro agrario (1995)



Libro que recoge la investigación realizada en Extremadura en 1992, difundida en ese mismo año en edición fotocopiada, y en 1995 publicado como libro, sobre trabajo y desempleo en la Agricultura. La paginación no se corresponde exactamente, pues no está escaneado, sino recuperado de un viejo archivo de Word Perfect; por lo mismo muchos gráficos han perdido su legibilidad.

Para hacerse una idea del contenido, éstos son los epígrafes de eso que todavía no se llamaba entonces "resumen ejecutivo":


INTRODUCCIÓN, NOTAS SOBRE METODOLOGÍA, RESUMEN Y CONCLUSIONES 21
CAPITULO 1: INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA 23
Agricultores y jornaleros 23  Modelos interpretativos 25   Sobre las técnicas y fuentes utilizadas 28
CAPÍTULO 2: RESUMEN, CONCLUSIONES, INSINUACIONES
31
(La despoblación de la agricultura española, 31. La agricultura
extremeña, en la incertidumbre, 33. La actividad y el empleo en el sector agrario extremeño, 35. El trabajo agrícola en el espacio y el tiempo, 39. Introducción al mercado de trabajo, 40. El paro agrícola en Extremadura, 43. Los antecedentes del subsidio y el PER, 48. El subsidio de desempleo agrario y el PER, 52. Una sociopatología del jornalero extremeño, 54. La formación ocupacional de los trabajadores agrícolas, 59. Los que salvan la cosecha: inmigrantes y temporeros en el mercado de trabajo agrario, 63. Los agentes sociales en el mercado de trabajo: contradicciones y desequilibrios, 67.)
REFERENCIA:

Baigorri, A. (dir) (1995), El paro agrario, Servicio de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, Badajoz
Enlace al texto

Sobre nacionalismo (1995)

Uno de tantos textos que se quedó en nada. Incluye un par de artículos publicados en prensa, y otras notas que en su momento se utilizaron en trabajos académicos, o en la licenciatura o en el doctorado, que debí plantearme ampliar en un momento dado pero que las vicisitudes diarias llevaron a que se quedasen en el "cajón" virtual.


"Como dijera Toynbee años antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial, "la Historia está de nuevo en marcha". Apenas dos años después de que el torpe asesor reaganiano Francis Fukuyama proclamase el fin de la Historia, Europa se encuentra no ya haciendo Historia, sino incluso en tris de situarse, al finalizar el siglo XX, en la misma tesitura con que acabó el XIX: el Imperio Ruso de Yeltsin I planteando un expansionismo peligroso; las potencias exteriores promoviendo estados títeres en el Báltico; los Balcanes a punto de estallar; otros pequeños Estados emergentes, como Georgia, con líderes que exaltan a su población diciéndoles que "no está lejos el día en que el país será todo un ejemplo de grandeza para el mundo entero" (estamos hablando de la patria de Stalin)... Y Alemania, la Gran Alemania que no podía soportar estar dividida, apoyando subrepticiamente la desmembración de los Estados más débiles de su entorno.
Como siempre, no hay que preguntar '¿por qué?', sino '¿quién se benefi cia?', es decir, en términos funcionales a qué intereses materiales responde este fenómeno sociocultural. Por supuesto que la nación alemana, siempre Alemania, parece la gran beneficiada. ¿Para cuándo el IV Reich, cuánto tardará el volk en hacer de las suyas?. Pero aún en mayor medida se benefician los Estados Unidos, que mantienen así una Europa desunida. Tal vez los asesores de Bush se han creído las hipótesis de Jean Gimpel, que hablaban hace unos pocos años de una Gran Europa dirigida por una Rusia democrática.
(...)
Por todo esto, y algo más, la próxima guerra no derivará del enfrentamien to entre Socialismo y Capitalismo, entre el Este y el Oeste, ni tampoco entre el Norte y el Sur. La próxima guerra va a ser tan vulgar como casi todas las grandes guerras anteriores: el ansia expansionista de los nacionalismos
(...)
Por lo demás, este cúmulo de acontecimientos debería llevarnos a reflexio nar sobre si el camino elegido por España, hacia la plena integración en Occidente, ha sido el más apropiado. Sin comerlo ni beberlo (ahí está nuestro paseo por Irak y el que hemos estado a punto de hacer por Yugoeslavia) este país se está viendo envuelto en una dinámica internacional ciertamente peligrosa, de la que para bien o para mal llevábamos siglo y medio a buen recaudo. Y sin embargo (y el '92 debería ser una auténtica oportunidad) está todavía abierto el camino que podría convertir a España en líder del resto de países de habla hispana. Unos países que han heredado del nuestro un espíritu que no es aislacionista sino neutralista. Ese es el auténtico occidente de España, cuando vemos a dónde nos lleva nuestro norte oriental. A escoger entre serbios y croatas, entre rusos y lituanos, entre ingleses y alemanes... Por esta vía da igual de dónde, pero nos acabarán llegando los tiros de algún sitio.
(...)
por cuanto sistemáticamente en todas las elecciones de ámbito supraregio nal son las formaciones estatales las que obtienen la mayoría de los votos en Catalunya. Es decir, la mayor parte de la población censada en Catalunya opta por partidos que, en primer o segundo apellido, explícita o implícitamente, llevan el calificativo de español. Cuando los xarnegos pasan de la política, en las elecciones regionales, tan sólo los nacionalistas obtienen mayoría. Lo que de paso indica que algo no funciona en esa autonomía en la que millones de votantes pertenecientes a las etnias aragonesa, extremeña, riojana, navarra, andaluza, manchega... estiman que las elecciones regionales no van con ellos. Y, desde luego, algo muy similar a lo descrito en el párrafo anterior podría decirse del País Vasco (la particularidad de los gudaris y otros gamberrismos juveniles es justamente una de las esencias seculares vascas, forma parte de los ritos de paso en la cultura vasca, y no iba a terminar con ello el Estado de las autonomías; tan sólo decenios de paz democráti ca y modernización cultural pueden acabar con esas y otras salvajes muestras del folklore regional).
¿Qué ocurre, entonces, para que, en pleno desmelenamiento nacionalista de la periferia de Europa, las fuerzas hegemónicas del nacionalismo catalán y vasco destapen la caja de los truenos, y nos suelten a sus cancerveros, asustando al personal?
(...)
Es preciso serenarse. Porque si hay una xenofobia antiespañola (es decir, que afecta a todas las etnias españolas distintas de la vasca o la catalana) en vascos y catalanes, es avestrucil ignorar que por mucho Estado de las autonomías que nos ate no deja de haber mucha xenofobia anticatalana en otras muchas regiones españolas (los vascos caen mejor, pero la gente está demasiado harta de la condes cendencia nacional de Euzkadi para con los asesinos). Levantar las espadas no puede ser bueno para nadie, y mucho menos para catalanes y vascos que, como siempre ocurre a los ricos, tienen mucho que perder. Al fin y al cabo, ¿quién sino catalanes y vascos impidieron durante décadas la apertura de la economía española al exterior, para beneficio de sus obsoletas y cutres fábricas, obligándonos a pagar elevados precios por infinidad de productos que hubiésemos podido adquirir mucho más baratos en el exterior, y acusando encima secularmente a la España interior de ofrecer una débil demanda?. ¿Quién, en mayor medida que los vascos y catalanes del último siglo y medio, ha hecho a España tal y como hoy es?. Si no les gusta España, a nosotros tampoco. Pero aquí, desde hace cinco siglos, se está a las duras y a las maduras.
(...)
Razonemos con lógica. Resulta ridículo que el Gobierno se ponga nervioso, resulta grotesco que algunos intenten poner nerviosos a los militares, y resulta lamentable que todos nos pongamos nerviosos porque los militares se pongan nerviosos, es decir que sigamos teniéndoles tanto miedo. Primero, porque los militares lo único que tienen que hacer en estas cuestiones es callarse y obedecer al Gobierno, que para eso les pagamos (alucino cada año cuando hago la declaración de la renta y compruebo la cantidad de miles de pesetas que he pagado a los militares) entretanto nos ponemos el mundo de acuerdo y les buscamos otro oficio más productivo. Segundo, porque aún cuando llegase a darse el hipotético caso de plantear la autodeterminación de esas regiones, tanto los maquetos como los charnegos se encargarían de tirar por tierra los planes segregacionistas con sus votos. Y en consecuencia, resulta no ya ridículo sino antisocial que algunos irresponsables vascos y catalanes anden jugando a las adivinanzas, alentando con ello a que nuevos jóvenes guerreros incultos y sedientos de aventura y litrona se incorporen a las guerrillas.
Razonemos con lógica. Durante años, yo mismo he considerado que lo del País Vasco en realidad no me incumbía. Era una guerra sucia entre dos ejércitos y para mí ninguno de los dos tenía razón (por supuesto que antes pasé la viruela de defender a los abertzales, como todo progre que se precie en esta tierra [Aragón], y tuve por ello mis pequeños disgustos). Sufría, eso sí, aunque a alguno le suene a cursi, porque tres o cuatro de mis apellidos conocidos son vascones. Y algo tiene, rediez, ese pueblo, para que aún pasadas tal vez veinte o treinta generaciones en La Ribera, viaje uno a la Euskadi rural y sienta algo especial, indefinible pero real. En cualquier caso, al final el sentido común me ha obligado a entender que aquéllo me afecta. Y que uno no puede pasar, dando pábulo a la idea generalizada, entre ciertos sectores aberztales, de que cuentan con una cierta comprensión por parte de la izquierda más progresista en el resto del Estado. Si algún filósofo obtiene beneficio personal del hecho de apoyar a los guerrilleros carlistas, con su pan o su ego se lo coma. Pero si estimamos lógicos los puntos anteriores no es razonable que sigamos jugando a los modernos. ¿Cómo puede haber por tanto gentes que envían faxes a China, o apoyen la caída de las 'dictaduras' socialistas, a la par que defienden a los guerrilleros carlistas del Norte o el Este de la península? ¿Es acaso la lucha contra el Estado? ¿Pero no contra los Estados vasco o catalán?"




Referencia
Baigorri, A. (1995), Sobre nacionalismo, Inédito


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