2.20.1978

Los trabajos más duros (2). Los pastores (1978)

"Damián vive en un pueblo del Somontano del Moncayo. Nació pobre, y pobre espera morirse. Tiene a su cargo doscientas ovejas, que debe conducir cada día por los caminos. Sabe en qué campos pueden entrar a comer, y en cuales debe azuzar a los perros para que desvíen el ganado fuera de las lindes. Los perros lo entienden todo; para eso han nacido, y generaciones de especialistas les han enseñado a dirigir el ganado. Pero han sido los pastores quienes les han enseñado, y los siguen entrenando durante toda su vida."




En el recuadro de Mario Gaviria:
"El pastor, héroe termodinámico
Enérgeticamente el pastor es el trabajador con más productividad de toda la sociedad. Con un palo, un perro, un transistor o una lata de sardinas, consumiendo unas tres mil calorías diarias, sale al campo con 500 ovjeas y vuelve cada noche con 50 kgs. más de carne, calorías y proteínas sanas sacadas de pastos y residuos que sin el pastor la sociedad no hubiera aprovechado."

Referencia:
Baigorri, A. (1978), "Los trabajos más duros (2). Los pastores", Andalán, Num 149, 20 de enero de 1978, pag. 14
Gaviria, M. (1978), "El pastor, héroe termodinámico", Andalán, Num 149, 20 de enero de 1978, pag. 14

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2.18.1978

La nueva cuestión agraria (1978)

A partir de los trabajos que desde 1976 venía haciendo, primero periodísticos (en realidad los periodísticos empezaron antes, como corresponsal local con entregas como esta), en artículos o en la sección fija que mantenía en Esfuerzo Común (con trabajos como este), y luego con Gaviria sociológicos, me planteé en 1978 la redacción de un texto más sistemático, que pretendía convertir en libro.

Pero que se quedó en las páginas que aquí se recogen. En la adolescencia tardía que a algunos nos toca vivir (sea la genética o sea el medio ambiente, qué más da), unas palabras pueden tener un impacto exagerado. Pueden ser un aliento (Gaviria conseguía transmitir ese entusiasmo) o una zancadilla. El caso es que aquel intento de libro se quedó en un rincón, infausto para siempre.

Ocurrió que en alguna fecha indeterminada del 78, en el marco de la campaña de presentación del "Extremadura Saqueada" en colaboración con algunas alumnas y algún profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza se montaron unas jornadas sobre Economía y Ecología con la participación de Gaviria, Naredo y no recuerdo si alguien más. Fueron 48 horas de aúpa: tras las jornadas de Zaragoza y la correspondiente cena en Casa Emilio, un poco perjudicados nos metimos en la autopista de peaje a Barcelona, creo que conducía Naredo pero es más probable que me tocase a mí. Llegamos a no sé qué hora de la madrugada, y aún más perjudicados tras alguna parada (entonces todo estaba permitido), a casa de Martínez Alier, porque al día siguiente por la mañana "actuaban" de nuevo en la Autónoma. José Manuel se iría luego con Joan, porque en ese momento lo pierdo de vista en la memoria. Comimos en una terraza de la UAB y se empotró una supongo que entonces "joven profesora" de Sociología (a mí no me parecía joven, claro está). Mario decidió pasar de una charla que tenía programada por la tarde en el Centro Aragonés de Barcelona, sobre "El Bajo Aragón expoliado", las nucleares y todo eso; así que llamó a los organizadores y me la endosó a mí sobre la marcha. Me tuve que ir corriendo a preparar unas notas, y fue una experiencia horrorosa (al menos para mí), pues además de ser de natural tímido, era la primera vez que daba una conferencia, y fue además ante una sala abarrotada hasta las orejas (entonces todo se abarrotaba). Al final de la charla apareció por la sala Mario acompañado de la "joven profesora" de Sociología y una amiga, y el día acabaría en La Paloma (que lógicamente no tenía entonces el glamour de estas fotos).

Hecho el exordio, explico por qué se quedó en unas páginas sueltas el proyecto de libro... Y es que Naredo, que siempre ha sido muy cuadriculado (en lo intelectual), qué le vamos a hacer, después de echarle un ojo a ese inicio, esas primeras páginas, me lo criticó duramente. Ahora me entraría por un oído y me saldría por el otro y simplemente aprovecharía positivamente la crítica. Pero a los 21, pues esas cosas te chafan un poco. Bueno, bastante. Y eso que, releo ahora, y me digo... ¿en qué estaba equivocado? ¡Pero si estamos ahora mismo (cuando escribo estas frases) viviendo un momento tannn parecido, y siguen siendo tannn urgentes las propuestas de entonces! Quizás termine ahora, si saco tiempo, La Nueva Cuestión Agraria.

"A partir del boom de la ecología, en los primeros años 70, la preocupación por la degradación del territorio que puede provocar la actividad más "inofensiva" a este respecto, la agricultura, ha puesto sobre el tapete de la planificación y la economía una problemática muy amplia. A la vieja Cuestión Agraria sobre la estructura de la propiedad de la tierra, sobre el modo da producción agrícola, la comercialización, los precios, el medio rural como comunidad cultural específica, etc, se ha sumado una nueva cuestión, de igual importancia, e incluso condicionante de lo anterior, y cuya resolución entraña acciones radicales a llevar a cabo sin pérdida da tiempo...."


Referencia y texto completo
Baigorri, A. (1978), La nueva cuestión agraria (fotocopia)
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